lunes, 21 de noviembre de 2011

ROBERTO (R. ZARAGOZA), A PESAR DE SU BUENA ACTUACIÓN ANTE EL F.C BARCELONA, LO QUE PESA ES EL RESULTADO FINAL.


--En el Camp Nou se repitió la historia de algunos partidos del Zaragoza en el inicio de la Liga, sobre todo contra el Madrid. El portero es el mejor y aún así se fue con cuatro goles encajados.

--No creo que fuera el mejor del partido. Yo no me sentí así, desde luego. El del Camp Nou fue el encuentro tan complicado que esperábamos y duele encajar cuatro goles con cualquier rival, pero con este enemigo ni hemos sido los primeros y seguro que no seremos los últimos en salir goleados de ese estadio. Por eso, hay que fijarse en otras cosas, como la buena actitud del equipo, las ganas que hubo de hacer las cosas lo mejor posible. Hay que quedarnos con lo positivo de la imagen mostrada y mejorar en el resto de aspectos.

--Llevaba varios partidos sin hacer muchas paradas de mérito, casi encajando goles en el primer disparo del rival. Frente al Barcelona otra vez se le vieron grandes intervenciones, como en el arranque del campeonato.

--Es cierto que llevaba varios partidos sin sacar esas ocasiones del rival que me levantaran un poco el ánimo porque, al fin y al cabo, un portero lo que necesita es parar, porque eso te hace ganar en confianza. Contra el Barcelona hubo alguna intervención más y por ahí puedo estar satisfecho, aunque lo que pesa en estos casos es el resultado final. Con un 4-0 es imposible que nadie se vaya contento cuando acaba un partido. Tampoco lo hice yo.

--El Zaragoza es el equipo más goleado de la Liga. ¿Cómo se explican los motivos de 26 tantos en contra en 12 partidos?

--Son muchos, claro que son muchos para solo 12 partidos. Nada que discutir por ahí, aunque también hay que pensar que casi la mitad (10) han sido contra los dos grandes de esta Liga en tan solo dos encuentros. El balance es negativo y lo números son los que son, pero también prefiero encajar cuatro goles en el Camp Nou en un partido que de antemano sabíamos su dificultad a haber perdido en Barcelona por la mínima y encajar goles contra otros rivales con los que te puedes permitir menos lujos y en los que la victoria es obligada.

--Pero esa cifra invita a una reflexión profunda sobre el sistema defensivo del Zaragoza. Las cosas no funcionan en ese aspecto, eso está claro.


--Cuando has logrado 10 puntos en 12 jornadas de Liga y encajas tantos goles por supuesto que hay cosas que mejorar. Y muchas. Hay que analizar todo muy bien, organizar mejor las cosas e ir hacia delante con trabajo y con esfuerzo. En Barcelona no era el mejor día para valorar esos aspectos, por el potencial del rival, pero todos los partidos nos tienen que valer para crecer y para hacer propósito de enmienda en lo que estamos haciendo mal.

--El equipo lleva cinco jornadas sin ganar, con un punto de 15 posibles, y la amenaza de la zona de descenso es una realidad más que latente. ¿Cómo ve al vestuario tras esta dinámica?

--Bueno, en lo anímico yo no veo penalizado al grupo. Tenemos que buscar los aspectos que nos fortalezcan. Cada uno sabemos las cosas que nos motivan y que nos hacen salir cada día a entrenarnos con la mayor fuerza posible. Sabíamos que iba a ser muy difícil y dura la temporada, que habría momentos malos. Esto no nos pilla de sorpresa. Las derrotas acumuladas se quedan en la retina de los aficionados, pero hay que tener la cabeza fría. De este bache vamos a salir, seguro. Es clave ganar, cambiar la dinámica y poner tierra de por medio con los de abajo. Ya lo hicimos en el inicio de la Liga y podemos volver a hacerlo ahora.

--Hasta el parón navideño hay que jugar contra el Sevilla, el Granada, el Mallorca y el Athletic. Cuatro partidos decisivos para cambiar un rumbo que viene muy torcido...

--Todos son decisivos. A mí no me gusta mucho hacer bloques de encuentros dentro de una Liga, solo quiero ver el siguiente choque. Hay que pensar solo en el Sevilla, que ya es el partido más importante del mundo para nosotros. Con esa mentalidad lo afrontamos y con la convicción de darlo todo para ganar. Es lo único que nos vale en estos momentos.

--No reaccionar y acumular muchos partidos sin vencer resquebraja cualquier unión en un grupo. ¿Puede acabar por pasar eso en la plantilla?

--No, ni mucho menos. El vestuario está muy unido. Tras terminar el partido ante el Barça nos miramos todos a la cara y lo que vimos es un grupo con seguridad y con humildad que era consciente de que se había dado todo. Si hay un problema que en este equipo no hay ni va a haber nunca, sea cual sea la racha, es de unión de vestuario. Aquí vamos todos a una.
Fuente: www.elperiodicodearagon.com/

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