jueves, 3 de noviembre de 2011

ROBERT MENSAH, EL PORTERO QUE LEÍA EL PERIÓDICO EN LOS PARTIDOS


Robert Mensah. El arquero ghanés siempre vestía discretamente, de negro. Pero lo que provocó más de un altercado fue su vistosa gorra, que, a decir de los rivales, tenía poderes mágicos. Entraba al terreno de juego con un periódico y para provocar, se ponía a leerlo durante el encuentro. Animaba al adversario a tirar a puerta mientras él miraba para otro lado. Se burlaba, con palabras y gestos, de todo aquel lo suficientemente valiente como para lanzarle un penal (ostentaba un excelente registro a la hora de atajar penas máximas).

Mensah tampoco era convencional fuera de la cancha. Le encantaba hacer payasadas mientras su entrenador intentaba dar la charla al equipo, y se quedaba en la cama o bebiendo en el bar en vez de acudir al entrenamiento. Su dramática y singular vida quedó trágicamente truncada el 1 de noviembre de 1971. Aquel día, el guardameta, que entonces tenía 32 años, se vio envuelto en una pelea y fue apuñalado. Al día siguiente, hace hoy exactamente 40 años, falleció. Su funeral fue grandioso y multitudinario. Y al igual que ocurrió con Garrincha, una inmensa marea humana acudió en procesión a brindarle el último adiós.

Indudablemente, el recuerdo de Mensah ha prevalecido, aunque la mayoría de los aficionados de fuera de Ghana solo conocen la anécdota del periódico. Lo que muy pocos saben es la formidable calidad que atesoraba este futbolista, nacido en Tema.

Alto y atlético, Mensah poseía unos reflejos inigualables y un arrojo inusitado. Brilló con Ghana, con la que perdió la final de la CAN 1968 a manos de la RD del Congo (1-0), y vistió los colores del Mysterious Dwarves, del Sekondi Independence Club, del Tema Textiles Printing y sobre todo del Asante Kotoko. En 1967, Mensah propulsó al coloso de Kumasi hasta la final de la Copa de Campeones de África (la antecesora de la Liga de Campeones de la CAF). Sin embargo, tras dos empates consecutivos con el TP Mazembe, los ghaneses, por motivos no aclarados, no disputaron el partido de desempate y el título fue a parar a manos del conjunto congoleño.

Alza la corona continental
Mensah y el Asante se sacaron la espina en enero de 1971, cuando se impusieron al mismo rival de nuevo en la final y se ciñeron la corona continental. Después de que la ida terminara en empate a 1-1, el Mazembe presentó sus credenciales al adelantarse en el marcador en Lubumbashi. No obstante, las providenciales intervenciones de Mensah contribuyeron a que los visitantes dieran la vuelta al marcador (1-2). En los últimos compases del choque ,el árbitro pitó un penal a favor del Mazembe. Kakoko, que nunca había fallado desde los once metros, se dispuso a ejecutar la pena máxima. Entonces Mensah echó mano de sus argucias y logró intimidar al congoleño, que envió el balón fuera.

Su manera de cohibir al adversario en los lanzamientos desde el punto penal o el modo en que se ponía a leer el periódico durante los partidos han quedado grabados a fuego en la memoria colectiva del fútbol mundial. Y aunque sus excentricidades a menudo eclipsaron su talento y buen hacer, no podemos olvidar que en 1971, Robert Mensah no solo falleció por herida de arma blanca, sino que también fue el segundo futbolista más votado en los galardones al Jugador Africano del Año de la CAF.
Fuente: www.fifa.com

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