miércoles, 20 de julio de 2011

DOS GRANDES PORTEROS, GUAITA Y DIEGO ALVES, EN LA PORTERIA DEL VALENCIA C.F


¿Cómo es la convivencia entre dos porteros? Ellos son sin duda los protagonistas más peculiares de este mundo del fútbol. Sólo uno puede jugar y en este caso el Valencia se presenta con dos números uno, Vicent Guaita y Diego Alves. El reto de ambos está claro: ser titulares. Pero lo valiente, y ambos lo son, no quita en este caso lo cortés. De momento, y que siga así, el buen rollo se impone y los dos parecen entender perfectamente la situación. Como el brasileño, cuando responde a la pregunta asegurando que la convivencia es «normal, porque al final somos dos más dentro del grupo y la convivencia entre nosotros va a ser lo mejor posible, de amistad, de ayuda, en definitiva de compañeros. Eso es lo más importante». Lo mismo que Guaita: «Llevamos una competencia sana, vamos conociéndonos en el día a día y la relación es buena». Así, en este tono, da gusto establecer esta charla con los dos futbolistas que van a defender esta temporada y las siguientes la portería del Valencia.

—La gente de Almería que conoce a Diego Alves dice que es buena gente. ¿Está de acuerdo?
—DA: ¿Yo? Bueno, intento ser lo que siempre fui, salí de Brasil muy temprano y he vivido muchas cosas para coger experiencia. Sé que no soy mejor que nadie y nadie es mejor que yo. Somos todos iguales y tenemos que correr para lograr nuestros objetivos. Intento ayudar a mis compañeros y hacer mi trabajo.
—¿Es más complicada la relación entre dos porteros por el hecho de que sólo suele jugar uno?
—VG: Hay casos también de defensas cuando hay cuatro y sólo juegan dos, creo que al final llevarse bien o mal es una cosa de cada persona. En mi caso, no he tenido nunca ningún problema con nadie y siempre me he llevado bien con todos.
—DA: Diría que es diferente, no se puede cambiar de portero todos los partidos o quitarlo en el minuto 60, es una posición más difícil, pero el que juegue es porque se lo merece y está más preparado para jugar, y eso no significa que uno sea mejor que el otro. La decisión le va a corresponder al entrenador y nosotros debemos llevarlo lo mejor posible.
—De hecho, cuando Alves llegó a Almería, con Unai como técnico, empezó en el banquillo porque el titular era Cobeño.
—DA: He vivido muchas cosas tanto en Brasil como aquí. Mi primer partido como profesional, con 18 años, era un derbi entre el Atlético Mineiro y Cruzeiro, como un Madrid-Atlético, y empatamos. A mí me toca trabajar, porque la decisión de jugar la toma el entrenador. Igual que Guaita intentará hacer lo suyo, yo intentaré hacer lo mío.
—¿Cree Guaita que debería ser el portero titular porque acabó siéndolo la pasada temporada?
—VG: Bueno, son cosas del míster. Yo lo que quiero es jugar, como Diego, y lo que hay que hacer es prepararse para la temporada, estoy convencido de que puedo seguir como el año pasado.
—¿Y considera que debe ser este el año de su consagración?
—VG: No lo veo así, sólo pienso en mejorar para jugar todos los minutos que pueda. A final de temporada haremos el balance e intentaremos que sea mejor, el año pasado empecé sin ir convocado y acabé jugando.
—Y a Diego, ¿cuál es la virtud que más le gusta de Guaita?
—DA: La tranquilidad que transmite a sus compañeros, su manera de ser, es un estilo más tranquilo. En la portería, lo mejor que puede tener un portero es transmitir tranquilidad. Y también, por su envergadura, la agilidad que tiene dentro de la portería dice que es muy bueno.
—¿Y a Guaita de Alves?
—VG: Lo conozco poco porque lleva poco tiempo aquí, pero es un buen compañero y ya es uno más. Me gusta el compañerismo que tenemos. Y bajo de la portería destacaría la respuesta que tiene siempre para cada balón.
—¿Se fijan en el compañero para mejorar?
—VG: ¿Por qué no? No siempre puedes, ya que a veces estás a la otra parte del campo, pero siempre hay que ir mejorando y aprendiendo, también con Otxotorena que nos corrige y eso es fundamental. Cuando uno hace las cosas bien buscas similitudes.
—¿Dígame detalles?
—VG: La posición en la que estás colocado, en los pasitos, en cómo cae y se levanta. En los detalles.
—Desde la distancia, ¿a Alves le sorprendió lo que hizo Guaita la temporada pasada?
—DA: Claro, ha pasado otras veces que un portero no juega como le ocurrió a Guaita, y cuando se lesiona el otro sale y hace una temporada brillante, ayudando al equipo a estar en la zona Champions. Sus últimos partidos fueron increíbles y es un jugador muy importante para el equipo.
—A la hora de parar penaltis… gana Diego, ¿no?
—VG: Son virtudes, es como todo. Si un año paras cuatro de cinco penaltis, pues sin duda es algo que destaca. Todos vemos vídeos, pero los jugadores lo saben y luego te cambian el disparo. Al final es la intuición de cada uno, pero si se puede parar mucho mejor.
—DA: (Risas) La verdad es que he tenido éxito en los penaltis estos años, es una parte más de intuición y suerte aunque también se prepara. Durante el partido pueden pasar muchas cosas y el penalti es el momento más psicológico de un partido.
—¿Usted cómo los prepara?
—DA: Cada uno tiene su manera, yo intento estar lo más tranquilo posible en el tiro, trato de leer la jugada, intuirla, y después llega la reacción y la velocidad que también son importantes para acortar los espacios entre el balón y la portería.
—Una pregunta que ya les habrán hecho y les harán muchas veces. ¿Es bueno en un equipo que haya dos grandes porteros como ocurrió en la época de Cañizares y Palop?
—DA: Son épocas diferentes, a mí me gusta la comparación porque forman parte de la historia del club y nosotros, que estamos empezando, queremos hacer como mínimo un porcentaje de lo que hicieron ellos.
—VG: Estamos al principio, ellos estuvieron muchos años juntos y fue una competencia buena para Cañizares, que jugaba, y para Palop, que se fue al Sevilla y demostró su potencial ganando títulos. Dentro de unos años veremos la competencia que ha habido y los resultados, entonces se podrá hablar. Ahora todavía no sabemos lo que puede ser.
—Díganme, ¿qué es lo más bonito de ser portero?
—VG: Para mí cuando acabas un partido con la portería a cero y con victoria. Si se hacen bien las cosas te vas a casa con los deberes hechos.
—DA: Es saber que llevas una responsabilidad de todo el equipo, es el jugador con más responsabilidad porque si fallas recibes un gol. Es una posición de la que pocos pueden disfrutar jugando al fútbol y nosotros tenemos la oportunidad de hacerlo en un club como el Valencia. El portero también puede disfrutar intentando no encajar un gol, que es lo principal del fútbol. Es la posición que exige más concentración.
—¿Y lo más duro?
—DA: Encajar goles es normal, diría que lo que más me hace sufrir es fallar y perder un partido por ese error. Es lo más duro. Cuando sales al campo piensas en hacer bien tu trabajo, pero a veces sale bien y otras mal, si un gol es culpa tuya y pierde el equipo, es muy triste.
—VG: Perder un partido y haber encajado goles. No es toda la responsabilidad del portero, pero como eres el último… Te sientes un poco peor que el delantero, aunque sea un juego de equipo. Es normal estar fastidiado.
—¿Diego ha vivido una temporada dura a título personal en Almería?
—DA: Fue diferente a las demás, tampoco juego yo sólo, lo hago con mis compañeros y al final ha sido una temporada difícil en la que no salió nada bien. Con 14 puntos en la primera vuelta… para intentar salvarse había que hacer el doble de puntos que el resto de rivales.
—¿Con qué delantero lo han pasado peor?
—DA: Con Messi, es el mejor.
—VG: A mí también me marcó Messi, pondría a Cristiano Ronaldo por el daño que nos hizo en el Bernabéu, o Raúl el día del Schalke...
—¿Por qué quisieron ser porteros?
—DA: Porque me gustaba, de pequeñito me gustaba tirarme hacia un lado y hacia otro. Empecé jugando al fútbol-sala, porque la portería era más pequeñita. Me salía bien, le cogí gusto y así hasta ahora.
—VG: Mi historia es más conocida. Por mi padre, que era portero y me enganchó el gusanillo.
—¿El ídolo de Diego fue Taffarel?
—DA: Ha sido el portero clave para poder ver las cosas y decir: ´quiero ser portero´. Fue el gran artífice del título mundial del 94 al parar un penalti, y era cuando yo estaba más cerca del fútbol. Por su estilo de juego también me gustaba, lo tenía como un ídolo.
—¿Vio el partido de la Canarinha en la Copa América?
—DA: Sí, la verdad es que al principio les costará, porque son un equipo de preparación. Es una selección que tiene mucha presión por la gente del país, pero han empezado una renovación de jugadores y hay que valorar que estamos empezando el trabajo para que crezca hasta el Mundial.
—¿Con usted en la selección?
—DA: No lo sé, depende. No es una prioridad y si tengo que volver algún día será un placer.

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