martes, 6 de marzo de 2012

LA INTERNATIONAL BOARD ABOGA POR LA IMPLANTACION TECNOLOGICA PARA EVITAR LOS GOLES FANTASMA

Desde que un grupo de estudiantes ingleses tomaran en 1863 la decisión de restringir el uso de las manos para jugar el balón, diferencia reglamentaria crucial que conformó el nacimiento del fútbol y la escisión de éste con lo que luego sería el rugby (creado por otro grupo oponente), las normas del balompié se han regido por la universalidad de su aplicación. Pero este sábado, la tecnología ha obtenido su primer triunfo en los casi 150 años de vida que tiene el fútbol, lo que abrirá una brecha que va a crear inevitablemente dos tipos de fútbol: el de élite y el resto.

Las famosas 13 reglas redactadas el 26 de octubre de aquel año en un pequeño pub londinense supusieron el nacimiento de la Football Asociation (la todavía federación inglesa o FA), y esas normas siguen siendo las bases de las actuales. Poco después, en 1886, nació la International Board (IB), organismo que buscaba la unanimidad en el reglamento, en un momento donde existían en las islas británicas varias formas de interpretar un juego cuyo atractivo para el público era ya un hecho.

La pandemia futbolística se produjo a la par con la expansión mundial de la segunda revolución industrial (primera en muchos países), y en el primer tercio del siglo XX, este deporte ya era un espectáculo de masas de crecimiento imparable. El resto del Planeta Fútbol creó la FIFA en 1904, con sede en París, que tras varios tiras y afloja consiguió representación en la IB, donde las cuatro federaciones de las islas mantienen a día de hoy un peso vinculante a la hora de introducir cambios en las normas.

Como se ha dicho, el afán de este órgano hermético, impasible a las tendencias temporales y cuyas decisiones de cambio conllevan periodos previos de deliberación que duran años, ha sido siempre hacer del fútbol un deporte universal. Cualquiera que practique el fútbol asociación (nombre exacto del deporte rey) en cualquier punto del planeta debe jugar de la misma manera, pero a la vez, no tienen que existir grandes trabas para que esto sea así.

Ojo de Halcón para evitar los goles fantasmas

Sin embargo, la corriente de opinión que aboga desde hace años por que la tecnología tome parte de un juego convertido ya en negocio multimillonario ha terminado por ganar la batalla. La Internacional Board, en su 126ª reunión anual ordinaria, aceptó este sábado dar paso a un sistema tecnológico que determine con exactitud cuándo un balón ha traspasado la línea de gol. Es la única jugada que se proponen concretar a través de sistemas de ingeniería. Siguen oponiéndose al vídeo porque estiman que en muchas ocasiones ni siquiera hay unanimidad en la decisión a tomar viendo una repetición.

De las ocho propuestas presentadas, dos empresas (la inglesa 'Hawk-Eye', famosa por su presencia en el tenis, y la alemana 'GoalRef') convencieron a los viejos garantes de las reglas del fútbol para que concreten su producto de aquí a julio, cuando tendrá lugar la habitual segunda reunión de la IB, en la que se confirman los cambios, si los hay.

Se trata de acabar con los llamados goles fantasma, aquellos que sobrepasan la línea por escasos centímetros y en muchas ocasiones no son señalados por el árbitro. Y también para el caso contrario, no dar por gol un balón que no llegó a entrar completamente. Para ello, la IB ha puesto una condición innegociable: que el veredicto tecnológico sea ipso facto. Nada de repeticiones, nada de parar el partido para deliberar. El balón que pase la línea avisará al árbitro de que así ha sido para que éste lo haga subir al marcador con el habitual doble pitido mientras señala al centro del campo.


División entre partidos de élite y partidos de segunda clase

Esta puntualización no es banal. La tecnología se ha impuesto, pero los reguladores del balompié confirman así que, de momento, se trata de una excepción. Aun así, cuando el nuevo sistema, que se prevé se ponga a prueba en el próximo Mundial de Clubes de diciembre, se ya una realidad, el fútbol asociación quedará dividido entre aquellas competiciones pudientes, capaces de costearse este producto (que la IB ha exigido que sea lo más barato posible) y el resto de ligas y torneos, que será la gran mayoría de competiciones federadas del planeta.

La IB aborda así uno de los cambios más relevantes de su historia. Está a la altura de la modificación en la regla de fuera de juego de 1925 (hasta ese momento debía haber tres jugadores rivales para que no fuera off-side, en vez de los dos que son necesarios desde entonces), la introducción de las tarjetas (en el Mundial de 1970) para amonestar y expulsar a los jugadores, o el último gran cambio, la prohibición de que un portero coja con las manos un balón cedido con el pie por un compañero, decidido en 1992.

Imagen del gol fantasma de Lampard.La variación iniciada este sábado se gestó en Sudáfrica 2010. Un tanto no señalado del inglés Lampard a Alemania en los octavos de aquel Mundial, que botó claramente dentro tras dar en el larguero, hizo cambiar de parecer a Joseph Blatter. El presidente de la FIFA llegó a pedir disculpas precisamente a la FA, y desde entonces ha trabajado para erradicar un problema no demasiado frecuente pero sí constante.

Sin ir más lejos, este domingo ha habido dos casos más. En el derbi vasco, Iraizoz, portero del Athletic, sacó una pelota que parecía haber rebasado la línea, sin que la Real Sociedad obtuviera el posible tanto ya que ninguno de los colegiados lo apreciaron. Y minutos después, en el derbi romano que ganó la Lazio a la Roma, se repitió la escena en perjuicio de la Roma cuando un defensa lacial despejó bajo palos un lanzamiento que sembró dudas de si había pasado la línea.

Está claro que, de ahora en adelante y una vez abierta la veda, la presión mediática de los que piden una mayor precisión en la resolución de todas las jugadas polémicas del fútbol seguirá ejerciéndose sin cesar sobre la IB. Acabar con polémicas que van desde los fueras de juego mal señalados a los penaltis dudosos, pasando por las jugadas antideportivas encubiertas seguirá siendo el objetivo de muchos colectivos adyacentes al fútbol. Pero el núcleo duro de éste, el embrión de un deporte que, con estas características centenarias y tradicionales, logró seducir a todo un planeta, no dará fácil su brazo a torcer. Eso seguro.


Fuente: www.elconfidencial.com

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