miércoles, 11 de enero de 2012

EL VALENCIA CONTINUA CON PROBLEMAS EN LA PORTERIA POR LAS LESIONES DE SUS GUARDAMETAS


La historia se repite. El principal dolor de cabeza para Unai Emery está en la portería. Al entrenador del Valencia sólo le queda un guardameta sano (Diego Alves) y gracias a que el brasileño ha reducido milagrosamente los plazos de recuperación de la microrrotura que sufrió antes de Navidad. Con Guaita inmerso en un tratamiento con el que se le intenta evitar el paso por el quirófano, la alternativa para se hallaba en Cristiano Pereira, que ni siquiera juega como titular en el filial. Pero una pequeña fractura en el menisco ha dejado también KO al portugués.
Emery debería pensar que su cuota de mala suerte con los porteros había acabado la temporada pasada. El técnico recibió no pocas críticas cuando mantuvo a Guaita en la plantilla, tras realizar una gran campaña durante su cesión en el Recreativo. Todo hacía indicar que el valenciano atravesaría un año de inactividad al tener a Moyà y, sobre todo, a César por delante. Sin embargo, las lesiones de ambos y el buen rendimiento convirtieron al arquero de Torrent en un fijo al final del ejercicio.
El entrenador blanquinegro veía justificada su decisión de contar con tres porteros de garantías y, por ello, pidió que César, hoy en el Villarreal, siguiera una temporada más en el Valencia. Manuel Llorente, decidido a aligerar el capítulo de nóminas de la primera plantilla en el apartado de gastos, decidió prescindir del extremeño y firmar a un portero más barato.
Cristiano Pereira llegó a Mestalla en verano pero no ha convencido, y ni siquiera se ha hecho con la titularidad en el filial. En el equipo que milita en Segunda B le han ganado la partida tanto Saúl como Adrián, que por cierto, también arrastran problemas físicos. El segundo, de hecho, volverá a los entrenamientos esta semana después de recuperarse de un esguince en su muñeca derecha.
Pese a ello, Emery se ha visto obligado a contar con Cristiano Pereira cuando los médicos le convencieron de que parase a Guaita con el fin de que evite el quirófano. El valenciano arrastra desde diciembre un dolor en su muñeca derecha. Se ha dicho que no sufre una lesión grave pero las molestias no cesan. Ahora ha sido sometido a un tratamiento que implica no recibir golpes en esta extremidad durante tres semanas. Hace trabajo físico, pero no el específico de portería.
Diego Alves ya admitió la semana pasada que ahora debe cuidarse más. Tiene prohibido hasta coger un resfriado. Seguro que Emery ha sido así de tajante con el brasileño, pero la importancia de que se mantenga sano adquirió más relevancia en el entrenamiento vespertino del pasado sábado.
Pereira hizo un mal gesto al blocar un balón y ya esbozó una mueca. Notó unas molestias a pesar de las cuales entró en la convocatoria para El Madrigal. Durante el calentamiento previo al partido del domingo, el meta portugués volvió a sentir dolor en su articulación. En caso de que Alves se hubiera lesionado o resultado expulsado, Emery habría tenido un serio problema.
Ayer por la mañana, Cristiano fue sometido a una resonancia magnética en la que se le diagnosticó una pequeña fractura en el menisco que le obligará a pasar por el quirófano. El marrón para Emery es superlativo de cara al partido de Sevilla y los siguientes. Con Diego Alves felizmente sano, ahora carece de otro portero para el banquillo.
Sin Cristiano y los otros dos guardametas del filial entre algodones, el siguiente en la lista, mirando hacia abajo la escuela blanquinegra es Anselmo, un chico de 18 años que juega en el juvenil B. Firmado hace dos temporadas y procedente del Vallbonense, el chaval se encontraría ante una oportunidad de su vida cargada con una pesada letra pequeña. Ante cualquier percance de Alves, el Valencia se jugaría el título de la ilusión con un chaval inexperto bajo los palos.
Pero es que Emery se halla, como se dice coloquialmente, ante la tesitura de elegir entre susto o muerte. Si decide no dar esa pesada cargar a Anselmo, la alternativa se llama Vicente Guaita. Esto se sabrá hoy, cuando el técnico dé a conocer la convocatoria para la vuelta de octavos de la Copa.
En un principio, Guaita está en las mismas condiciones para jugar que cuando se puso bajo los palos ante el Cádiz. Podría ocupar el banquillo y sólo saltar al césped en el caso de que Diego Alves se lesione o sea expulsado. Esto implicaría infiltrar al de Torrent.
Evidentemente, no resulta demasiado aconsejable interrumpir el tratamiento previsto para tres semanas menso de una semana después de iniciarlo. Por mucho que los médicos hayan aconsejado parar a Guaita, la decisión final corresponde a Unai Emery.
El meta valenciano no tiene la baja médica y el entrenador blanquinegro puede echar mano de él, máxime teniendo en cuenta en el énfasis que se viene haciendo, de forma implícita y explícita, en la ilusión de completar una buena Copa del Rey.
Si el Valencia gestiona la ventaja de la semana pasada y elimina al Sevilla, afrontaría hasta ocho partidos en enero, de los cuales sólo se habrían disputado tres. Para los otros cinco, Emery sólo contaría con un portero.
Fuente: www.lasprovincias.es

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