Lo de la familia Reina es admirable. Primero fue el padre, Miguel, el que vivió con resignación y paciencia a la sombra de Iríbar. La historia se repite con el hijo, Pepe, campeón de Europa y del Mundo, en cuyo camino se ha cruzado Iker Casillas. "Es cierto que la historia se repite y que a mí me ha pasado con Iker lo que a mi padre le pasó con Iríbar, pero mantengo la ilusión y estoy alerta. En el fútbol todo cambia en un minuto y mi trabajo es estar siempre al ciento por ciento por si el seleccionador me reclama".
Miguel Reina aguantó 19 años en la Selección, con la que acudió al Mundial de Inglaterra, en el que no participó. A su hijo Pepe le pasó lo mismo en la última Copa del Mundo, en Sudáfrica. Del Bosque ha dicho que si guarda algún recuerdo amargo del Mundial de España "es por los que no tuvieron ocasión de participar".
Iker Casillas lleva casi 12 años jugando con España. Pepe Reina ha pasado la mitad de ese tiempo con él: "Ha sido duro en algunos momentos, pero también es un privilegio haber podido participar en los mejores años de la Selección. Con Iker la cuesta arriba se ha hecho más leve porque es "un gran capitán, un excelente compañero y, en mi caso, un amigo del alma. Nunca he tenido un problema, ni siquiera un roce con él".
Pepe Reina lleva 23 partidos con España, por los 125 que acumula Casillas. El portero del Liverpool ha disputado 1.553 minutos con la Selección, por los 10.177 que lleva el capitán del Real Madrid.
Poco antes de Sudáfrica se sumó al grupo Víctor Valdés, que aún no ha debutado en un partido oficial, aunque podría hacerlo hoy mismo, contra Escocia en Alicante. Reina sólo encuentra aspectos positivos en esta generación de grandes guardametas: "Es bueno porque aumenta el nivel de la competencia, y de eso se beneficia el grupo. Sólo puede jugar uno, pero el equipo somos todos". Y en lontananza aparece De Gea. Otro que tal baila.
Fuente: www.marca.com
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