Pocos porteros pueden presumir de haber ganado al Barça de Guardiola y al Madrid de Mourinho. La lista se reduce a un puñado de privilegiados si solo se atiende a quienes, además de ganar, han dejado su meta a cero frente a los dos grandes del fútbol español. Uno de ellos es Juan Pablo Colinas (León, 2-9-1978), el guardameta del Sporting de Gijón, el próximo rival del Barça en Liga, uno de esos jugadores de trayectoria forjada en el fútbol más modesto y que disfruta ahora de los focos de Primera División. Será siempre el primer portero frente al que se estrelló el Barça de Guardiola, en la primera jornada de Liga de la temporada 2008-09 (Numancia-Barça, 1-0), pero también uno de los héroes de la victoria del Sporting el año pasado en el Bernabéu (0-1) que encaminó el título liguero del Barça. “Lo del año pasado sí que fue sonado”, recuerda, “Mourinho llevaba mucho tiempo sin perder en casa y nos jugábamos el descenso. Fue una gran victoria”.
El partido del domingo en El Molinón tendrá poco que ver con aquel en el que se estrenó el Barça de Pep en Soria, hace tres años (“después de aquello se empezó a dudar de Guardiola, pero mira dónde está ahora”), entre otras razones gracias a un Messi en estado de gracia. “Es la cumbre de un equipazo lleno de campeones del mundo, eso ya lo dice todo. Apenas tienen puntos débiles. Y es difícil prepararte para jugar ante alguien como Messi, porque sabes que si tiene el día es difícil pararle”, dice.
Juan Pablo se crió futbolísticamente en la Cultural Leonesa, aunque nunca llegó a jugar en el primer equipo. “No confiaron mucho en mí en aquella época, la verdad”. De hecho, estuvo a punto de dejar el fútbol para centrarse en sus estudios de Magisterio en Lengua Extranjera. Le rescató una oferta del filial del Alavés, donde acabó por desbancar a Bonano de la titularidad. Aunque el Alavés subió en 2005 a Primera División, Juan Pablo se fue al Numancia, donde estuvo dos temporadas y se dio a conocer a pese a su fugaz y triste paso por el Tenerife (2007-08), donde nunca se adaptó. Antes de consolidarse en Primera, el Manchester City ya se había interesado en él. Con fama de ser un tipo sobrio y reservado, Juan Pablo procura relativizar todo el ruido que genera el fútbol: lee poca prensa deportiva y tampoco suele prestar demasiada atención a los programas deportivos de las radios, sigue teniendo bastante miedo a volar en avión y, en cuanto puede, se escapa a Valencia de don Juan, el pueblo de León en el que vive su abuela, con quien mantiene una relación muy estrecha. “No sabe mucho de fútbol, pero siempre se preocupa mucho por mí”, comenta. Ya sobre el césped, es un meta excelente en el uno contra uno, aunque sufre en los balones aéreos y necesita una cierta regularidad para rendir mejor.
Fuente: www.sport.com
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