Formar parte del selectísimo grupo de ‘distinguidos’ de Old Trafford, es ardua e interminable tarea. Rendimiento y sensatez. Carácter y profesionalidad. Sacrificio y humildad. Una línea que endiosó durante años a grandes genios pero que fue capaz de destrozar a otros muchos, incapaces de superar las expectativas, de dignificar la camiseta que tanto les pesaba y de conservar aquella estrella que un día les sirvió para asaltar el sueño mancuniano. Referentes iconográficos de esta forma de expresar unos colores, pocos, bajo palos, únicamente dos. El ‘Gran Danés’ Peter Scmeichel y ‘Jolly Green’ Van Der Sar. El resto, una larga lista de fracasos y decepciones ante las que, desde hace semanas y ante mirada dictatorial del fútbol más mediático del planeta, lucha David De Gea.
No habían servido sus buenas actuaciones en el Atlético de Madrid ni los análisis más optimistas valorando su proyección, para serenar las opiniones del entorno del Manchester United. No es un dominador del juego con los pies (maniobras básicas en un equipo con un planteamiento de posesión continua sobre el rival). Muestra muchas dudas en los balones aéreos, sobre todo verticales, ante la falta de ayuda de sus centrales (acciones que forman parte del ADN británico). Y sobre todo, tiene tras de sí una larga sombra que espantar y con la que enfrentarse los próximos meses, la de un antecesor que dominaba todos los registros Premier, que tenía la frialdad por decreto y que cumpliendo las bases de la pirámide mancuniana, se había ganado el respeto mundial.
Pero esta semana tenía su gran examen, el de Anfield, el del Clásico Inglés y el de un escenario que puede hacer titubear a cualquiera. en esa tesitura de máxima exigencia y competitividad, De Gea respondió como se espera del gran portero que es. Dos acciones puntuales dentro de un partido muy sólido y seguro, le han situado nuevamente entres los mejoresvalorados de una Premier que empieza a elogiar su rendimiento. Dos paradas, una a Kuyt con todo favorable para el holandés donde el meta sacó sus reflejos a relucir y, ya en el tiempo de prolongación, una mano voladora impactante pese al intento de Henderson, evitaron la primera derrota del Manchester United esta campaña.
La foto rememora esa acción, esa estirada y esa muestra de solidez aque tanto echaban de menos en territorio mancuniano y que, de momento, ya estabiliza los nervios de un De Gea que, ahora sí, ha convencido. La portería es tuya.
Fuente: www.intergoles.com
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