Uno de los porteros más en forma de la Liga, Gustavo Munúa, llegará tocado al partido de mañana (16 horas) en el Reyno de Navarra contra Osasuna. El segundo meta menos goleado del campeonato tuvo que abandonar ayer el entrenamiento en la ciudad deportiva de Buñol a los pocos minutos de comenzar la sesión con gestos de dolor. El uruguayo sintió unas molestias en el sóleo de la pierna izquierda mientras entrenaba junto al preparador de porteros y tuvo que ser atendido por el cuerpo médico de inmediato.
En ese momento saltaron las alarmas en el Levante, más todavía cuando Munúa se marchó renqueante camino de los vestuarios. Uno de los pilares fundamentales del equipo se tambaleaba. Sin embargo, tras la exploración del doctor Rafael Plaza, se determinó que la dolencia del portero no es grave y podrá jugar en Pamplona, si bien ahora mismo no está en plenas facultades. Munúa, que antes del encuentro contra la Real Sociedad era el Zamora de la competición, ya padeció unos síntomas parecidos tras el partido en el Madrigal, y por eso lo de ayer se achaca al cansancio muscular por los partidos acumulados.
Fuente:www.lasprovincias.com
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