Yoel Rodríguez será mañana el portero titular del Celta, con Sergio Álvarez en el banquillo; Roberto Fernández y José Juan Figueiras replicarán esos papeles en el Granada. Miembros de dos camadas distintas, una década de distancia, pero unidos por A Madroa como alma mater, el seno universitario en el que se criaron. Javier Maté, que los conoció a todos cuando dirigía la cantera, y Patxi Villanueva, que hoy comanda ese vivero de arqueros, hablan de un sello específico. La eliminatoria está en pies muy diversos, pero exclusivamente en manos celestes. La lesión de Falcón ha propiciado que Yoel (Vigo, 28-8-88), céltico desde los 11 años, asuma el protagonismo. Sergio (Catoira, 3-8-86) debutó ante el Cartagena en su séptima temporada en el club y aguardará acontecimientos junto a Herrera. Roberto (Chantada, 25-1-79) militó en el Celta entre 1997 y 2002; juvenil, filial y tercer portero. En el pasado verano se mudó de Osasuna al Granada, donde es indiscutible. A José Juan (Vigo, 31-12-79) solo le ha concedido dos partidos ligueros, uno por sanción y el de la clausura del sábado en Huelva. El vigués, entonces aún Josiño, defendió la portería del Celta B entre 2002 y 2004 reemplazando precisamente a su hoy compañero e igual trabajó con los profesionales.
Javier Maté conoce este póquer al dedillo. A los cuatro adoctrinó o contrató para el club. Roberto aterrizó en Vigo desde los juveniles del Chantada cuando el burgalés entrenaba al filial. "Tiene carácter de portero, variable, igual contento que muy triste. Hizo campañas excelentes en el Celta B, pero en el primer equipo era la peor época para sacar jugadores. Adquirió oficio en el Sporting". Roberto, en su definición, es "potente, rápido y trabaja bien durante la semana".
A José Juan lo fichó Maté del Ourense ya como coordinador de las categorías inferiores: "En el filial necesitábamos un portero con experiencia. Realizó un gran papel con Rafa Sáez en la campaña en que disputamos el play off". Complejo por personalidad, "técnicamente no está tan desarrollado. Pero posee una potencia de piernas impresionante".
Yoel y Sergio son más propiamente sus niños. A Sergio lo captó en el Arosa, "que puso problemillas". A Yoel lo encontró en el Colegio Hogar. "A veces coinciden dos buenos porteros en una misma generación o próximos en el tiempo", explica sobre la competencia establecida entre los dos talentos, que han ido alternándose en la jerarquía. Sergio abrió camino en la plantilla grande. "Pero se fue cedido al Racing de Ferrol y tuvo mala suerte. Se lesionó". Reunidos otra vez en Vigo, Eusebio se decantó por Yoel como socio de Falcón. "Ambos son el futuro del Celta junto a Manu Táboas", concluye, añadiendo a la lista al último en eclosionar, vigués de 20 años.
Maté distingue una escuela que los hermana. "En la época de Roberto no existía un estilo céltico en la portería. Y José Juan no es el típico ejemplo de portero formado en A Madroa. A partir de esa época, sí. Yoel y Sergio están influenciados por Covelo (entrenador de porteros con Víctor, Lotina y Vázquez) y Patxi Villanueva". De Patxi, curiosamente su segundo en los ochenta cuando ambos estaban en activo, como un ciclo permanentemente renovado, habla maravillas: "Patxi prima el blocaje, la seguridad del portero. Proporciona el sello. Se ve esa impronta en el Celta B, en el juvenil... Son porteros seguros, fuertes. Patxi es un gran profesional muy preocupado, se rompe la cabeza y le echa horas. Les hace sentir cómodos, los motiva, les alegra la mañana".
La serenidad, fáctor común
Villanueva es la cabeza visible de los especialistas que amamantan a esos arqueros. Junto a Sotelo adiestra a la cantera. Emilio dirige la escuela de porteros. Confirma Villanueva que "existe ese sello céltico y es el trabajo de muchos años", un periodo en cuyo inicio sitúa a Alemany y a Covelo. Aunque matiza que cada jugador posee matices propios en el perfil: "Insisto mucho en la necesidad de que el portero transmita serenidad, en el blocaje de los balones. Sergio es muy ágil, bueno en el uno contra uno, rápido. Yoel tiene más envergadura, es muy tranquilo, también ágil pero más lento en algunas acciones por su constitución. Son el espejo para los que vienen detrás".
También trabajó con los precedesores y mañana rivales. Con José Juan coincidó en lecciones específicas. "Puedo hablar maravillas de él". Y Roberto "vivió la época dorada junto a Cavallero y Pinto. Tuvo que irse. También le pasó a Dani, el portero del Rayo. Roberto es un chico fenomenal, que ha logrado todo con esfuerzo e ímpetu. Quien lo veía trabajar a diario ya se daba cuenta de que tenía madera". Si los disfrutó como correligionarios, los sufre como contrincantes: "Dani estuvo muy bien ante nosotros con el Rayo, como Mariño con el Villarreal B y Roberto en Los Cármenes. Y recuerdo un partidazo de José Juan en el Granada 74. Todos nos la han liado".
En compensación, confía a ciegas en la fortaleza anímica de Yoel: "Ya vivió en el filial algo parecido a lo que ahora sucede. Se habían lesionado Sergio y Bermúdez. Nos jugábamos la permanencia y Sáez lo hizo debutar con 17 años. Jugó en los últimos seis partidos. La responsabilidad no le pesa. Está preparado para jugar en cualquier categoría y en cualquier campo. Disputó la Copa con Eusebio, en un Calderón casi lleno o en El Madrigal y no notó la presión. Yoel estará a la altura de las circunstancias y lo estaría Sergio si fuese necesario. Es una pena la baja de Falcón pero el puesto está bien cubierto".Fuente: www..farodevigo.es
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