El objetivo del cuerpo técnico azulgrana es encontrar un relevo de garantías para Andrés, algo nada sencillo si se tiene en cuenta que el guardameta murciano ha terminado la competición convertido en el "Trofeo Zamora" de Segunda División por su rentabilidad y seguridad bajo palos.
Andrés Fernández llegó como un desconocido, ya que sus actuaciones se habían limitado al filial de Osasuna en Segunda B y a un debú esporádico en Primera en un partido ante el Almería, pero pronto demostró su ambición y cuando Onésimo le dio la alternativa en la séptima jornada en el campo del Xerez (1-3) ya no hubo quien le sacara de la portería azulgrana.
Andrés fue titular en los 31 partidos siguientes, en los que encajó 26 goles para firmar un promedio de 0.83 goles por partido y fue capaz de dejar su portería en blanco en 13 encuentros. Después Onésimo le dio descanso.
Ahora se abre una interrogante para encontrar al compañero de Cabrero, un puesto muy delicado y específico que, a tenor de los visto en las tres campañas en Segunda División, ha sido básico en la consecución de los objetivos porque los azulgranas han estado siempre entre los equipos menos goleados.
UNA SEGURA TRADICIÓN
El primer año el dueño de la portería fue Eduardo, que sólo se quedó cinco partidos sin jugar antes de fugarse al Numancia y el Huesca acabó encajando 46 goles. Miguel, su eterno suplente, comenzó como titular la siguiente campaña, pero en la duodécima jornada, después de ser expulsado en Córdoba y tras la lesión de Dani Hernández, aterrizó en la portería Toni Doblas y se hizo el dueño.
El sevillano fue titular durante 29 encuentros (se perdió uno por la expulsión en el campo del Levante), en los que echó el candado a la portería porque fue uno de los cancerberos menos goleado y el Huesca recibió 40 goles en total que le sirvieron para paliar la sequía en ataque y lograr la permanencia.
Esta campaña que acaba de echar el telón, Andrés se ha encargado se continuar la tradición de mantener la seguridad en la portería de El Alcoraz.
ABANICO DE POSIBILIDADES
Ahora toca rastrear una vez más el mercado entre un abanico de posibilidades para hallar la piedra filosofal que mantenga la competencia con Cabrero y consolide la seguridad y solidez en uno de los pilares del equipo.
El regreso de Andrés es utópico, aunque su llegada ha provocado un excedente de porteros en Osasuna con Ricardo, Asier Riesgo y Nacho Zabal. La intención de los rojillos es meter a Riesgo en una operación con el Betis por Nelson y Roversio, mientras que el Numancia ya ha anunciado su interés por Zabal, portero del Promesas.
El ex azulgrana Bernardo acaba contrato en el Recreativo de Huelva, donde ha estado las últimas temporada a la sombra de Guaita (Valencia) y Fabri, que le han dejado jugar muy poco. En el club onubense dan por segura su marcha y en anteriores campañas fue uno de los que sonó para la portería del Huesca.
Otro ex del Huesca, Dani Hernández, tiene un año más de contrato en el Murcia por haber logrado el ascenso, pero tampoco parece que vaya a seguir porque el club busca un cancerbero de calidad contrastada.
En el Hércules, con el descenso a cuestas, quieren desprenderse de los tres porteros, Calatayud, Velthuizen y Unai Alba porque sus contratos superan el límite de 250.000 euros que se ha fijado para Segunda División.
En el Nástic, otro exazulgrana, el zaragozano Rubén Pérez se ha convertido en el jugador del Nástic con más partidos en el club y es una pieza fundamental, salvo que llegue una oferta de Primera, mientras que Moragón puede cambiar de aires.
El caso es que el mercado de porteros está muy abierto y todos buscan un perfil muy similar de seguridad y confianza para un puesto clave en la construcción de cualquier equipo.
Fuente: www.diariodelaltoaragon.es
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