Mientras la secretaría técnica del Betis da la impresión de afanarse en alguna contratación invernal que satisfaga los deseos de Pepe Mel y, de paso, refuerce una plantilla con posibilidades de hacer un buen campeonato, las renovaciones de alguno de los valores actuales han quedado peligrosamente aparcadas. Es el caso de la del guardameta Adrián, su único activo en la portería a sabiendas de que Fabricio tiene los días contados y que la renovación de Casto también se antoja dificilísima, si bien no imposible si el sevillano dijese adiós.
Y es que las negociaciones con el cancerbero de Su Eminecia se estancaron antes de las vacaciones navideñas y todo hace indicar que así se van a quedar mientras permanezca abierto el mercado invernal, es decir, hasta el próximo 31 de enero. Claro que lo que para uno no es prioridad sí puede serlo para otro y éste es el caso del Valencia en lo que se refiere al guardameta.
El club levantino está viviendo una pugna nada sana en su portería entre Guaita y Diego Alves y, aunque Ernesto Valverde parece manejar mejor la situación, el primero tiene decidido hacer las maletas este verano si no goza de la titularidad en la Liga. Lo mismo ocurrió con el brasileño hace un año, aunque la llegada de Pellegrino al banquillo cambió su discurso. "La competencia entre Guaita y Diego Alves puede ser insostenible", avisó hace unos meses Santiago Cañizares, alguien que sabe mucho del asunto y que lo vivió en sus carnes con Palop.
Así las cosas, mientras los agentes de Guaita le buscan acomodo a éste en Inglaterra, donde el Arsenal se muestra vivamente interesado; e incluso ha salido a la palestra el interés del mismísimo Real Madrid, el Valencia no se ha quedado de brazos cruzados y contactó ya en noviembre con los representantes de Adrián para conocer sus intenciones económicas y deportivas.
En principio, el beticismo del portero aparcó cualquier negociación con el Valencia, pero desde que quedó varada la que mantenía con el Betis se ha reabierto un tanto ese interés che. Adrián había llegado a primeros de diciembre a un acuerdo con el club verdiblanco en el número de temporadas a renovar e incluso en las cantidades, pero las conversaciones se frenaron a la hora de manejar asuntos de la letra pequeña del contrato y, mientras, las partes responsabilizan a la otra y ambas creen, igualmente, que el siguiente paso no les corresponde darlo. Sin duda, es el Valencia el que puede sacar tajada de este absurdo enconamiento entre Adrián y el Betis.
Fuente: www.diariodesevilla.es
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