Los técnicos azulgrana le han definido en reiteradas ocasiones como "el mejor portero del mundo para el Barça", pero Víctor Valdés parece estar cansado de militar en la entidad catalana, en el que entró a los 10 años.
Tras 11 temporadas en el primer equipo, el guardameta de L’Hospitalet ha decidido que 2014 será un año de inflexión en su carrera. Abandonará el club para descubrir nuevas culturas.
La decisión, anunciada a bombo y plantillo por el propio Valdés y refrendada por su padre y su representante en una reunión con el club, abre un conflicto de complicada resolución en el Barça.
La portería siempre fue, antes de la irrupción de Víctor, un puesto sensible. Baía, Bonano, Rustu, Arnau… intentaron, sin suerte, hacerse fijos en el once.
Sólo lo logró el actual portero azulgrana, el único que ha enlazado al menos ocho temporadas como titular desde que lo lograra Andoni Zubizarreta entre 1986 y 1994.
Ahora Zubi, convertido en director deportivo del Barcelona, tendrá que tomar una decisión. Fichar o apostar por un canterano. Sea el próximo verano, o en 2014.
Muchos nombres han sonado como recambio de Víctor Valdés, pero pocos parecen cumplir todos los requisitos que exige la meta azulgrana.
Se ha hablado de David de Gea (22 años, Manchester United), Vicente Guaita (25, Valencia), Maarten Stekelenburg (30, Roma) o Marc-André Ter Stegen (20, Borussia Moenchengladbach). Cualidades tienen de sobra, pero todos necesitarían un largo tiempo de adaptación a un sistema de juego que se ha demostrado distinto al que se practica en la mayoría de equipos del mundo.
Aunar en un solo guardameta la experiencia, la eficiencia, los nervios de acero y los conocimientos de Valdés parece una quimera.
Y, además, están las funciones como líbero del equipo, el encargado de garantizar una buena salida del balón. Buscar siempre la mejor opción al recibir un pase, garantizara una circulación limpia de la pelota no es tarea fácil. En el Barça no solo se debe pensar como portero, si no también como un jugador de campo.
Un balonazo largo es un regalo al rival. "Guardiola me ha enseñado a entender el juego más allá de la portería", ha explicado Valdés en alguna ocasión. En este apartado, prácticamente los únicos que pueden dar unas prestaciones similares son los cancerberos formados en La Masía.
En el Barça B está Oier Olazábal. Con 23 años, el futbolista de Irún lleva seis temporadas en Barcelona.
Actualmente es el tercer portero del primer equipo mientras que, en el filial, se reparte los minutos con Jordi Masip. En la recámara está Miguel Bañuz (19 años), titular el año pasado en el Juvenil A pero que este curso solo ha participado un único minuto en la Liga. Entró en el campo por la expulsión de Oier ante el Girona en el minuto 90.
En el club azulgrana se confían mucho en los dos guardametas que actualmente están defendiendo las porterías de Juvenil A y B: Joseph Fabrice Ondoa y José Aurelio Suarez, nacidos ambos en 1995. Ellos necesitan aún varios años de maduración antes de poder afrontar un reto de la magnitud que supone ser el titular en el primer equipo del Barça.
Fuente: www.lavanguardia.com
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