martes, 22 de mayo de 2012

IKER CASILLAS EL HEROE SILENCIOSO DE LA SELECCION ESPAÑOLA


El gol de Andrés Iniesta en el Mundial de Sudáfrica o el de Fernando Torres a Alemania en la Eurocopa de 2008. Dos momentos clave en la historia del fútbol español. Dos instantes grabados en la retina del país, de esos que pocos se cansan de ver una y otra vez. Goles que cobran valor, pero que no lo tendrían sin esos pequeños detalles anteriores. Esos en los que Iker Casillas es único. Trabajo en la sombra sin el que Torres e Iniesta serían hoy héroes nacionales. Aquel sutil toque de balón de Torres por encima de Lehmann nunca se hubiera producido sin las manos de Casillas. Brazos mágicos que, por primera vez en años, nos salvaron de la maldición de cuartos tras eliminar a Italia en la tanda de penaltis. Los once metros no fueron fatídicos para la selección gracias a este portero de calidad infinita y carácter humilde, que aprendió que lo difícil es posible y que lo imposible, probable. Fue ese el día en que nació realmente esta España campeona. La que dos años después levantó la Copa del Mundo en Sudáfrica y que llega a esta Eurocopa de nuevo con el cartel de favorito. En ese mundial, antes de que Iniesta cumpliera con su destino, Iker fue también fundamental. Dos paradas a Robben que resultaron definitivas (sin contar aquel penalti detenido a Paraguay con empate a cero) y de las que pocos se acuerdan. Es la condena del portero, un puesto en el que los errores lucen mucho más que los aciertos. El caso de Casillas no es diferente en este sentido. A pesar de llevar ya trece temporadas defendiendo la portería del Real Madrid, cada año es una reválida para él. De nada sirve el pasado. Ni siquiera el hecho de ser el jugador con más partidos internacionales de la historia. En Polonia y Ucrania, el capitán de la selección tendrá que empezar de cero, como el resto de sus compañeros. Del chaval de 17 años que debutó con el escudo del Real Madrid en San Mamés aún queda la esencia. La que le ha llevado a lucir el brazalete de capitán del mejor club del siglo XX. Una capacidad innata en el uno contra uno, a la que ha añadido mayor seguridad por alto y colocación en el campo. Seguridad y aplomo que transmite a sus compañeros y que infunden respeto en el rival. Aferrado a sus raíces como pocos, Casillas se jacta de seguir teniendo los mismos amigos de entonces. De seguir frecuentando los mismos lugares que cuando era niño, a donde vuelve siempre que el fútbol se lo permite. No perdona sus vacaciones en Navaluenga, ni su partida de pocha. Es un chaval de la calle al que los millones y los 'paparazzi' –los que le persiguen desde que es novio de Sara Carbonero- no le han cambiado las preferencias. El héroe silencioso de la selección, que quiere volver a hacer ruido en la Eurocopa.
Fuente: www.elcorreo.com

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