La Ciutat Esportiva Joan Gamper, búnker del FC Barcelona donde las categorías inferiores trabajan a diario a imagen y semejanza del equipo de Pep Guardiola, fue la pasada semana el escenario de una lección magistral muy especial y vital para el futuro del club. Andoni Zubizarreta, uno de los mejores porteros de la historia del fútbol español y del Barça, ejerció de profesor de todos los guardametas del fútbol base en la primera edición de un encuentro que tendrá continuidad en el futuro. Asistieron también a la charla Juan Carlos Unzué y Ricard Segarra, director y coordinador del Área de Porteros, creada esta temporada e incluida en el organigrama de todo el fútbol culé. Tampoco faltaron Carles Busquets, que este curso ha regresado al Barça B como tras la vuelta de Unzué, y Rubén Martínez, que entrena a los metas del Juvenil A y B. Tres horas antes, Zubi se reunió con todos los técnicos de la cantera, en uno de los habituales encuentros para hablar de metodología.
"Los porteros de hoy necesitan ser futbolistas", refleja el informe técnico de la Champions 2010-11, que citó a Víctor Valdés como modelo del meta del siglo XXI. Esa sentencia es aún más aplicable a quien aspire a defender el marco del Camp Nou. Casi nadie juega como el Barça, razón más que justificada para que el club se haya fijado como objetivo primordial la formación de porteros en un fútbol tan específico.
Aunque algunos de los candidatos a guardar las redes del Barça algún día ni habían nacido cuando Zubi colgó los guantes en 1998, su discurso fue acogido con gran expectación por todos ellos. Su presencia se debió a su condición de director deportivo, cargo por el que está obligado a estar pendiente de todo lo que ocurra bajo la estructura piramidal que él encabeza, pero su dilatada experiencia bajo palos y su juego con los pies en el 3-4-3 del Dream Team le dieron aún más argumentos para concienciar a los metas del fútbol base del desafío ygran responsabilidad que ya afrontan a su edad.
Todos ellos están siendo instruidos de una forma más profunda desde esta campaña por los técnicos de cada equipo con la supervisión de Unzué y Segarra. El trabajo en cada entrenamiento tiene un porqué y sigue un plan para progresar año a año y no limitarse a ser un felino en la portería. Llevar el '1' del Barça implica algo más. Todos quieren emular algún día a Valdés y saben que en sus manos y también en sus pies está ese sueño. Si desde hace más de dos décadas, La Masia se ha preciado por ser el mayor vivero de 'cuatros' del fútbol mundial, el Barça tiene ante sí el reto de formar a los porteros del futuro para ese fútbol tan singular. Fichar un cancerbero de fuera siempre ha sido peligroso pero hoy en día aún más. Los de la cantera siempre estarán en la 'pole position' pero deben currárselo. Eso es lo que vinieron a transmitirles Zubi, Unzué y compañía.
Fuente: www.elmundodeportivo.com
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