Es el rascacielos de Valdebebas, el jugador más alto de la cantera blanca. Tomás Mejías debutó ayer en la portería del primer equipo sustituyendo a un Adán tocado y con sus 1,94 metros no es casualidad que, el año pasado, la web del club le inmortalizase junto a una de las famosas torres erigidas sobre la antigua Ciudad Deportiva.
Un premio para el portero titular del Castilla al que el club ve como el heredero natural de Casillas, incluso por delante de Adán, y que a finales de agosto sufrió una dura lesión. Fue operado de una grave luxación en el hombro y no recibió el alta hasta el pasado 16 de enero. Como regalo, Mourinho le incluyó en la lista para el Pizjuán en las semifinales de la Copa.
Los técnicos de las selecciones inferiores también tienen una fe ciega en él. López Caro le aupó a la Sub-21 pese a que entonces militaba en Tercera División... Antes de eso, arrancó en la cantera de Coslada, como Parejo, y entró en La Fábrica hace diez años, en el Alevín A. Así, hasta que empezó a coquetear con el primer equipo en verano de 2009, cuando Pellegrini le incluyó en el stage de Irlanda.
Ayer, tras vivir su gran día, mostró su alegría: "Es un sueño y he luchado para ello. Es un orgullo debutar en el Bernabéu y se lo dedico a mis padres y a mi abuelo. En el vestuario me han felicitado todos, al igual que Mourinho. La temporada empezó muy mal por la lesión, pero todo el trabajo que he tenido me ha servido de algo".
El estreno de Tomás Mejías es el octavo de un canterano blanco en la Era Mou. Antes que él, hicieron lo propio Juan Carlos (ante el Deportivo), Mateos (Ajax), Sarabia (Auxerre), Adán (Auxerre), Morata (Zaragoza), Álex Fernández (Racing) y Nacho (Valencia).
Fuente :www.as.com
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