El seis de febrero Dani Miguélez caía lesionado en La Constitución de Yecla. Casi tres meses más tarde, el cancerbero gaditano se ha reincorporado a los entrenamientos del primer equipo. Tres meses en los que han pasado muchas cosas en lo referente al arco cadista, muchas de ellas para nada positivas. Sobre todo, en lo referente a la relación entre Miguélez y el club.
Atrás ha quedado la polémica entre ambos, de la que ha salido más perjudicado el futbolista de cara a la afición. Atrás ha quedado el nombre de Xabi Pascual, futurible para la portería cadista. Atrás ha quedado la inquietud por no tener otro portero en la primera plantilla aparte de Álvaro Campos. Atrás ha quedado el desacuerdo entre el Cádiz y Dani Miguélez para que este cediera su ficha. Atrás ha quedado el intento por que fuera la RFEF quien mediara en el asunto. Atrás ha quedado la tozudez de Dani Miguélez, que no renunciaba a la ficha.
La situación deportiva del Cádiz ha cambiado mucho estos tres meses. Si en Yecla se logró un punto que parecía insuficiente, ahora el equipo viene de lograr la mejor racha de toda la temporada. Si cuando se lesionó Dani Miguélez había dudas en torno a la portería, el debate parece cerrado. Por aquel entonces, Campos había tenido ciertos problemas de adaptación y eso generaba dudas en el entorno cadista. Ahora, sin lugar a dudas, Álvaro Campos está llamado a ser el cancerbero del equipo en el play-off: sólo ha recibido un gol en los últimos cinco partidos.
Vuelve Dani Miguélez. En principio, buena noticia. El equipo no ha acusado en este lapso de tiempo su ausencia, ni tampoco ha echado en falta a Xabi Pascual. Eso sí, ahora Dani tendrá que ganarse la confianza del entrenador y de la grada. Está disponible, pues ha recibido el alta, pero tendrá que ganarse un sitio en la convocatoria nuevamente. De momento, Jose González tiene ante sí la disyuntiva de convocar a Dani Miguélez contra el Roquetas o seguir apostando por Ricardo Mora, que ha cubierto su vacante en las convocatorias y que llega en mejor estado de forma por si surgiera la necesidad. Aconsejable, dado el período de inactividad de Dani, sería la segunda opción.
La temporada del cancerbero no ha sido buena. El club hizo un gran esfuerzo económico por mantenerlo en el plantel y en el terreno de juego no ha respondido a dicha confianza. Para colmo, no ha sabido gestionar bien el conflicto abierto con el club, que llevó a Enrique Huguet a asegurar, en la tertulia de Onda Cero Cádiz del dieciséis de marzo, que “no va a estar en el Cádiz en Segunda B si no se asciende porque no tiene contrato ni vamos a negociar con él”. Queda claro el divorcio entre la cúpula de la entidad y el jugador. Divorcio que también parece haberse abierto entre el portero y la afición, que no entiende la negativa de Dani Miguélez a ceder su ficha. Este sentimiento se acrecentó después de que Dani Miguélez no se personara en Sevilla la primera vez que tenía que hacerse las pruebas solicitadas por la RFEF.
Puede entenderse la posición de Dani Miguélez desde dos ópticas. Por un lado, puede pensarse que el futbolista estaba más preocupado por su situación que por el equipo, cuando se negó a ceder su ficha. Puede hablarse, por tanto, de falta de implicación. Por otro lado, puede entenderse su negativa justo desde la óptica contraria: implicado, consideraba que podía llegar a tiempo para ayudar al equipo en el tramo final, a pesar de perderse un trimestre de competición. En cualquiera de los dos casos, Dani Miguélez ha errado en la manera de comportarse y ahora tiene una situación muy complicada a nivel personal.
Mucho trabajo tiene por delante Dani Miguélez. Tiene que convencer a Jose González de que está en plenas condiciones, que puede competir con un asentado Álvaro Campos en igualdad de condiciones. Tiene que convencer, también, a la afición. Cualidades le sobran para ello.
Fuente: www.cadistasfinos.com
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