Nada más levantarse de la cama, César cogió su Iphone de última generación y volvió a enviar un mensaje disculpándose por su mala actuación que tuvo ante Osasuna. Unai había apostado por él para defender la portería del Valencia después de estar más de un mes alejado de los terrenos de juego por lesión y ver con sus propios ojos que Guaita había encadenado dos partidos excelentes frente a los poderosos Real Madrid y Manchester. Cualquier elección, sobre todo si no obtenía una cualificación positiva, iba a prolongar un debate que Unai está dispuesto a cortar de raiz dándole la continuidad al ´abuelo´ del equipo el próximo sábado ante la Real Sociedad si no tiene ningún contratiempo durante la semana y se levanta del duro varapalo que significó ser el triste protagonista ante Osasuna.
Nada más llegar a la Ciudad Deportiva, el portero extremeño estuvo dialogando con Otxotorena. Fue un primer análisis del partido. No tuvo suerte en el primer gol, ya que Ricardo Costa cambió la dirección del balón tras el cabezazo de Juanfran, pero cuando empezó a realizar gestos de desesperación fue con el 3-2, precedido de una mala salida sobre el punto de penalti. No calculó bien la distancia e incluso llegó a chocar con Stankevicius, pero rápidamente se dio cuenta del error que le daba vida al cuadro rojillo. A partir de ahí se le vio nervioso, un aspecto que en la breve conversación que tuvo SUPER con él antes de abandonar las instalaciones de Paterna confirmó, pero siempre buscando un aspecto positivo: «aunque ya tengo 39 años, si no me pongo nervioso significaría que estoy de vuelta». Y César no lo está, aunque sabía antes de que Unai tomara la decisión de su titularidad que fuera quien fuera el elegido focalizaría todas las miradas. A partir de ahí no transmitía la seguridad que le ha acompañado desde que llegó un año y medio después, tiempo en el que se ha ganado la confianza de los técnicos, compañeros y afición. «César, por todo lo que ha hecho y está haciendo, puede tener un día malo. Será el primero que se levante», admite Emery en unas manifestaciones realizadas a SUPER, partidario de conservar la titularidad de un futbolista que se cae del once por lesión.
Una de las máximas en la portería es que «sólo se producen cambios cuando hay lesiones». Es la posición más solitaria y seguramente la menos agradecida, rara vez te ensalzan cuando salvas a tu equipo al añadir el latiguillo de que «están para eso», pero cuando fallas te sacan los colores. No era sencilla la decisión de Unai de elegir entre César o Guaita para colocarse bajo los palos ante Osasuna, la suerte no acompañó al ´abuelo´, pero como un portero lo que necesita es confianza, Unai se le va a dar. Desde que empezó su carrera como técnico, el técnico de Hondarribia no ha cambiado a un portero sólo por un día malo. Eso sí, Guaita aprieta.
Fuente: www.superdeporte.es
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