Un gol de Michael Tonge en el minuto 76 dio el empate al Leeds United en Hillsborough, el estadio del Sheffield Wednesday, que condenaba a los locales a mantenerse una semana más en los puestos de promoción de la segunda división inglesa (Championship). Tras la celebración del tanto, uno de los hinchas visitantes saltó al terreno de juego y golpeó con ambas manos al guardameta recién goleado, Chris Kirkland, que cayó al suelo.
El "animal", como califica el mánager del Wednesday, Dave Jones, a los aficionados más radicales del Leeds, regresó a su ubicación en la grada con una sonrisa orgullosa, encantado con la acción que acababa de cometer y que hoy todo el mundo puede ver. Ya es famoso. Tanto que la policía no tardará en dar con él.
"El Leeds United pide disculpas y condena los actos de un seguidor que saltó al terreno de juego y atacó a Chris Kirkland", explica el club de West Yorkshire en un comunicado, según informa elmundo.es. "El club cooperará con la policía y las autoridades deportivas para identificar al individuo".
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