El portero nacido en Getafe ha pasado de titular en la previa de Europa League a verse en el disparadero de salida. La adquisición de Thibaut Courtois,a escasas horas del cierre del mercado, y la buena recuperación del palentino Sergio Asenjo han relegado al canterano a ser el último de la terna de porteros. Salvo que Simeone lo remedie, la decisión de la dirección deportiva es que Joel salga a buscar minutos y seguir con su crecimiento.
Joel Robles (Getafe,1990) se veía ante la oportunidad de su vida. El millonario traspaso que acabó con David de Gea en Manchester para ponerse a las órdenes de Sir Alex Ferguson en el United, sembró las dudas sobre quién ocuparía el lugar dejado por el espigado meta. Y en esa situación, Joel era el favorito de la afición. Un jugador que llevaba en las categorías inferiores desde que en el año 2002 llegase procedente del Getafe en edad infantil, y que desde entonces tenía una meta clara, guardar la meta del primer equipo.
Las esperanzas de Joel de hacerse un hueco en la historia rojiblanca eran fundadas. Cuando Leo Franco abandonó la entidad del Manzanares, al finalizar la temporada 2009/2010, después de haberse convertido en una pieza clave en el vestuario del Vicente Calderón, dos eran los hombres que esperaban su oportunidad en el Cerro del Espino. David de Gea y Joel Robles. El primero de ellos, internacional en todas las categorías inferiores de la selección española, era el tema favorito en las tertulias pre-partido de los bares cercanos al Calderón. Jesús García Pitarch, por aquel entonces director deportivo de la entidad, sorprendió a propios y extraños al afirmar que el bueno era Joel, que pasaba inadvertido para el aficionado medio.
Estas palabras hicieron que el getafense guardase su turno a la sombra de otros porteros. El mensaje desde los despachos era claro, apostar por la cantera tras la mencionada salida de Leo Franco. Pero entonces llegó Sergio Asenjo, procedente de Valladolid, uno de los porteros que con más fuerza sonaban en todo el mercado. La llegada del "jabalí" relegaba a Joel a ser el cuarto portero de la entidad colchonera. Por delante tres porteros con mucha juventud y enorme proyección. Sergio Asenjo, Roberto Jiménez y David de Gea, por ese orden.
Dos años después, con De Gea y Roberto fuera de la entidad, la portería se la rifaban Asenjo y Joel, con la promesa del director deportivo José Luis Pérez Caminero de que sería uno de ellos el elegido, que no llegaría otro guardamenta que les entorpeciese su proyección. Pero, una vez más en el Atlético, del dicho al hecho hay un trecho. Llegó Courtois y las opciones de los españoles se desvanecían. En los mentideros se afirmaba que el belga venía con una cláusula por la que tendría quejugar el 75% de los partidos debajo del brazo.
Pese a que Gregorio Manzano contó con Joel en las dos eliminatorias que el Atlético disputó para clasificarse a la Europa League, en el primer partido de Liga saltó la banca y fue Courtois el elegido. Joel volvía a un banquillo que le resultaba familiar, desde ahí presenció todos y cada uno de los partidos de Liga, con De Gea disputando todos los minutos. El ya ex-técnico rojiblanco siguió confiando en el belga y Joel se resignaba a ser el segundo portero, con Asenjo todavía fuera de su máximo nivel tras su lesión en Málaga el año anterior. El palentino se recuperó y ambos alternaban posición en el banquillo, hasta que Courtois fue expulsado en el Bernabéu, después de haber disputado todos los minutos de la temporada. El elegido ese día para estar en la convocatoria era Asenjo, que pese a encajar cuatro goles realizó un digno partido y se ganó la confianza hasta de una grada que le había criticado en su primera etapa a orillas del río Manzanares.
La puerta de la meta colchonera se cerró a cal y canto para Joel. Un portero joven que no puede permitirse otro año en blanco y que sabe que la única puerta que tiene abierta es la de salida, para demostrar en otro lado lo que no le han dejado demostrar en la que hasta hoy es su casa.
Cerro del Espino, cantera de porteros
Joel no es ni mucho menos el primer guardameta criado en la cantera rojiblanca que abandona la entidad en busca de una dilatada carrera que se ajuste a su calidad bajo el arco. Muchos son los equipos que se nutren de porteros que han salido de la Ciudad Deportiva de Majadahonda . El más longevo de ellos, Ricardo, actualmente en Osasuna, ya vestía la zamarra rojiblanca en la éxitosa temporada que acabó con la consecución del doblete. El último, de sobra conocido, David de Gea, que abandonó el Atlético de Madrid por más de 20 millones de euros. Y el que viene, Iago Herrerín, que está demostrando en el filial, a las órdenes de Milinko Pantic que la 2ºB se le queda pequeña. Este portero, criado en Lezama, será otro de los que han pasado por manos como las de Miguel Bastón, uno de los mejores maestros que puede tener cualquier guardameta, y encargado de mimar a los jóvenes arqueros que vienen.
Otros ya están dando muestras de su calidad. Con más o menos suerte, Roberto Jiménez en Zaragoza, al que salvó del descenso hace dos temporadas con excelsas actuaciones, Ismael Falcón, portero de un Hércules que es carne de Primera, o Pichu Cuéllar, a la sombra de Juan Pablo, pero que ha demostrado en la eliminatoria que su Sporting ha jugado en Copa ante el Mallorca, que puede hacerlo bien son algunos de los casos más sonados que ha dado una cantera rojiblanca que últimamente no da muchos frutos, excepto aquellos que guardan las metas.
Fuente: www.vavel.com
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