La lesión de Zigor, que no estará en condiciones de competir hasta marzo, ha colocado al Eibar ante un problema inesperado. Una de sus demarcaciones más sólidas, la portería, con dos guardametas de nivel, de repente cojea.
Javier Mandiola apostó desde su llegada por Zigor, lo que envió al banquillo a Xabi. Es un chico que arrastra una cierta mala fama, que si es demasiado temerario, que si no mide sus decisiones.... Me parece un portero de nivel. Si tiene que jugar hasta el final de temporada, fase de ascenso incluida, no seré yo quien ponga velas a la Virgen de Arrate para pedirle que no la líe.
A partir de aquí surgen las dudas. ¿Qué pasará si a Xabi le sucede algo? Parece evidente que es un riesgo inasumible fiar la suerte del equipo a los porteros del filial de Tercera. Hasta aquí el escenario que se ha dibujado en Ipurúa. ¿Y qué hacer? Hay que contratar un portero, pero además debe cumplir otra condición, ser menor de 23 años. Si se alcanza este objetivo, se podrá liberar una ficha de senior al dar de baja en el mercado de invierno la licencia federativa de Zigor y cubrirla con un jugador de campo mayor de 23 años, preferentemente un defensa polivalente, que pueda jugar de lateral y central.
El club rastrea el mercado. Su principal objetivo lo ha situado en los terceros porteros de Primera, jugadores en principio jóvenes y a los que la posibilidad de venir a luchar por el puesto al Eibar -que no a ser titulares fijos- podría seducir. El consejo se ha encontrado con la sorpresa de que sólo seis de estos guardametas cumplen la condición de ser menores de 23. Quien más agrada es Mario Fernández (22 años), que fue internacional sub'19 y llegó a jugar un partido de Copa en la campaña 2009-10 con el primer equipo de El Sardinero.
No es una operación sencilla. Miguel Ángel Portugal, el entrenador de los cántabros, pone pegas a su salida. El Eibar, en todo caso, insiste. Quiere un portero de nivel, no para ponerle a jugar por delante de Xabi, pero sí con capacidad para discutirle el puesto y, llegado el caso, ser un recambio de garantías. El Eibar tiene mucho que ofrecer a un chico que no va de suplente con el primer equipo y ni siquiera juega con el filial de Tercera.
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