No se ha cansado de repetirlo en los últimos tiempos Mauricio Pochettino, y la realidad le ha venido a dar la razón. "Tengo dos grandes porteros, y seguro que seré injusto con uno de ellos, con el que no juegue. Pero esto es fútbol", indicó el técnico antes incluso de que empezara la temporada, solicitando que no se abriera debate alguno sobre el tema. Pero a medida que ha ido transcurriendo el Campeonato, tanto Kameni como Cristian se han encargado de ponerle las cosas difíciles al entrenador argentino. Ninguno de los dos ha desentonado en su trabajo cuando les tocó ponerse bajo los palos. Y, por lo que a Pochettino respecta, siempre mantuvo la tensión por ver quién jugaría de los dos.
Ha jugado Kameni siete partidos de Liga y ha encajado ocho goles. Ha disputado Cristian cuatro y recogió cinco veces el balón del fondo de las redes. En el caso del meta argentino, además, ha jugado los dos encuentros de Copa ante el Valladolid, sólo con otro gol más encajado. En uno y otro caso, el balance es francamente bueno. Igualan ambos también en el asunto de los penaltis en el presente curso. Si bien Kameni salvó al equipo una vez más el último domingo ante el Racing, al detener una pena máxima mal lanzada por Ariel, no le ha ido a la zaga Cristian. El argentino tuvo la suficiente sangre fría en la Copa, ante el Valladolid, como para mantener el tipo ante Calle, que trató de emular a Panenka. Los nervios de acero de Cristian le valieron al Espanyol para pasar ronda a los octavos de final del torneo del KO.
"No sólo hay que tener ganas de atajar, también hay que tener la grandeza y la humildad para estar en el banquillo cuando a uno le toque", señaló Cristian al inicio de curso, en pleno debate sobre cuál de los dos porteros debía ser titular. Entonces, tras recordar que además de vivir los dos últimos cursos a la sombra de Kameni ya había aprendido bastante como "para estar a un nivel parecido" al camerunés, dejó bien claro que nadie rebuscara trasfondo alguno en las relaciones con su compañero. "Tenemos buena relación. Siempre ha sido muy profesional y nunca hemos tenido ni un roce ni una discusión", subrayó sobre Kameni.
No se prodiga el meta camerunés ante la prensa en los últimos tiempos. Seguramente es su temporada más complicada desde que llegó al Espanyol hace siete años. Tras pasar en blanco el pasado Mundial de Sudáfrica, se encontró a su regreso bajo de moral y con Cristian echándole un pulso por la portería. Pero a sus 26 años está Kameni en plenitud de facultades, en la edad ideal para un portero. Y con las bases sólidas para seguir rindiendo a tope. En el Espanyol o en cualquier otro club. Porque lo que nunca ha escondido el camerunés es que, algún día, le gustaría jugar en un club en el que poder disputar la Champions League.
Fuente: www. elmundodeportivo.com
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