Claudio Bravo, ante el Málaga, volvió a dejar patente que atraviesa por un excelente estado de forma. Incluso, tuvo tiempo para parar un penalti, aunque al minuto vio cómo Juanmi recortaba diferencias para el conjunto malacitano. Pese a esos momentos de dudas en el tramo final, el chileno se muestra satisfecho del buen partido realizado por el equipo.
Con 0-2 en el marcador, Bravo adivinó la intención de Apoño desde los once metros, aunque tras su parada, el Málaga tuvo hasta tres ocasiones para marcar. "Tuvimos suerte", reconoce. "Se produjeron tres remates en menos de un segundo, pero el balón no quiso entrar. Antes del penalti, el balón fue al larguero. Cuando pasan esas cosas, tú eres consciente de que la cosa viene bien y que el triunfo estaba cerca", enfatiza. En esta ocasión, Roberto Navajas no le dio ninguna indicación: "Ni siquiera lo hablamos. Hace un par de meses atrás le dije que no quería saber nada, que no me dijera quién podía patear. Sólo creo en mis sensaciones y en los que he parado, lo he hecho así".
Eso sí. Poco duró la alegría en la casa del pobre. "Me quedé con cara de tonto. Paré un penalti y lo celebré. Pero cuando nos metieron, miré hacia la grada y los aficionados se burlaban, algo lógico", explica el meta, que no considera que se esté viendo al mejor Bravo: "Mi nivel sigue siendo el mismo de cuando llegué. Igual ahora tiene más repercusión por el hecho de cómo estamos haciendo las cosas y por estar de nuevo en Primera".
A pesar de los elogios, Bravo mantiene la calma. Asegura que todo "es fruto al trabajo que vienes haciendo". Tampoco le gusta ser siempre el protagonista. "Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Cuando el portero actúa mucho es porque algo está ocurriendo. Lo ideal es que el portero no sea siempre, ni muchas veces, el destacado", apostilla.
Bravo, sincero como pocos, señala que le sorprende la situación en la que se encuentra el equipo en la actualidad, aunque advierte que " no es el momento de relajarnos. Debemos seguir haciéndonos fuertes y seguir con la misma mentalidad". De ganar al Racing, la Real escalaría varias posiciones en la tabla. Para Bravo "sería bonito ver a la Real en esas posiciones, pero hay que tener cuidado porque tenemos un rival complicado", sostiene.
Balonazo con premio
Ocurrió durante el calentamiento. Un balón impulsado por Roberto Navajas fue a parar a la cabeza de un aficionado malacitano. Después del partido, Bravo le obsequió con la camiseta en un gesto que le honra. "No es el primer balonazo. Ya ha pasado otras veces, pero ahora salió por la tele. A veces, la gente se despista cuando estamos calentando. Es peligroso cuando estás detrás de una portería porque Roberto le pega al balón muy fuerte", matiza. Después de los insultos, el clima se tranquilizó cuando Bravo le obsequió con la camiseta.
Fuente: www. elmundodepritvo.es
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