El seleccionado alemán se reunió para recordar a su compañero, Robert Enke, portero que jugó en el Barcelona y había sido designado como titular por Joachim Löw para representar a su país, quien se suicidó el 10 de noviembre de 2010 con 32 años y una aguda depresión.
Una corona de flores en la tumba de Enke, en el cementerio de Hannover, fue el gesto que el vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol, Karl Rothmund, realizó para homenajear al ex portero.
"Siempre llevaremos a Robert en el corazón. Nuestros pensamientos están con su mujer, Teresa, y el resto de la familia", agregó, en un comunicado, el manager de la selección y ex internacional, Oliver Bierhof.
La muerte del deportista conmocionó a toda Alemania, especialmente a sus más cercanos, quienes también enviaron sus oraciones al guardameta, quien no habría podido superar la muerte de su pequeña hija, Lara, en 2006, debido a un problema cardiaco, lo que habría gatillado su deseo de quitarse la vida.
A eso se sumaban ya otros problemas personales y una gran inseguridad futbolística debido a los malos momentos que vivía en cada uno de los clubes a los que llegaba: Benfica, Barcelona, Fenerbahce de Estambul y Tenerife, para terminar jugando sus últimos partidos en el Hannover, de la Bundesliga.
Tras su deceso, Enke recibió el homenaje espontáneo de miles de habitantes en una iglesia de Hannover, a lo que siguió una multitudinaria ceremonia, en el estadio del que fue su último club.
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