El Alavés hará esta semana de examinador con Lasse Staw, un portero noruego de 23 años (1 de enero de 1988, Skiptvet) y 1,90 metros de altura que desde ayer está en Vitoria a la espera de someterse a una prueba técnica que determinará si es o no apto para la plantilla de Miguel Ángel Álvarez Tomé, líder destacada en su grupo de Segunda B y aspirante al ascenso. El cancerbero escandinavo viene precedido de buena fama. Pero ha de confirmarla sobre el terreno de juego en Ibaia. Hasta la fecha ha militado en el Fredrikstad (FFK), un club histórico, apodado los 'aristócratas', que compite a caballo entre la Primera división de Noruega, la 'Tippeligaen', y la segunda, la llamada '1.divijson'. Hace unas semanas logró el ascenso. Ahora, con los campeonatos nacionales parados por el crudo invierno en el norte de Europa, el jugador, que debutó con 16 años en la máxima categoría, está en condiciones de probar suerte en otros lugares con el permiso de su club de origen.
El Alavés supo de él por el ofrecimiento de un representante. Los informes y las imágenes que de Staw se han visionado en las oficinas de Mendizorroza apuntan a un cancerbero de físico imponente y hábil en sus intervenciones. En su país se presenta como una estrella emergente. Ha sido asiduo en las convocatorias de las selecciones inferiores, desde sub'14 hasta sub'17, y últimamente formó parte de la sub'21, un escalón por debajo de la absoluta.
En busca de un fichaje Lasse Staw permanecerá a prueba con el Alavés hasta el viernes, para cuando tiene billete de vuelta. Después será el momento de que los técnicos decidan sobre la conveniencia de su fichaje. Si la decisión es favorable, se le ofrecerá un contrato para formar parte de la portería albiazul. En este caso, y de fraguar la negociación, el noruego regresaría a Vitoria la semana que viene.
El Alavés necesita un guardameta, en principio, para ser suplente de Montero. El que ha desempeñado este papel hasta la fecha, Reguero, dejó ayer de pertenecer al equipo, aunque no al club, pues marcha cedido al Ontinyent, del Grupo III de Segunda B. El Alavés se reserva su renovación unilateral al término de este curso, cuando expira el vínculo laboral.Ayer se despidió de sus compañeros y por la tarde firmó los papeles del préstamo.La suplencia para la portería del Alavés acaba de ser asignada al que hasta el momento hacía de tercero en el reparto de las manoplas, Javi Montoya, cuya evolución satisface a Álvarez Tomé. Pero no parece que vaya a serlo por lo que resta de temporada. El club está decidido a firmar otro cancerbero. Antes quiso a Unai Alba (Hércules) y Oier Olazabal (Barcelona), pero ante la imposibilidad de traer a uno de los dos, el Alavés observa ahora a un noruego desconocido, Lasse Staw.
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