Guillermo Ubierna saltó al primer plano de la actualidad cuando hace ocho meses se proclamó ganador del evento 'En busca del portero del futuro', donde compitieron más de 4.000 metas, algunos venidos de Rumanía, Uruguay o México. Guillermo superó incluso a guardametas que procedían de Segunda, encontrando, como quería Javier Sánchez Broto, un 'tapado' del fútbol nacional.Vallisoletano y con 1,91 de altura, Guillermo firmó un contrato con el Málaga para la temporada 09-10, premio para el ganador del concurso. Tras militar en Móstoles, Alcalá, Móralo y Caravaca, alcanzó el sueño de todo portero, llegar a Primera. Pero entonces, en pretemporada, la mala suerte se cebó con él. Desde el verano, ha sufrido una mononucleosis, una operación de peritonitis y una luxación en el hombro que le han impedido jugar hasta enero, que es cuando ha empezado con el filial del Málaga.
Ahora Guillermo espera demostrar que el espectacular jurado que el 1 de mayo reunió Soloporteros no se equivocó con él. Fueron Paco Liaño, José Sambade, Inmanol Echevarria, Manolo Amiero, Arevalo, Cedrún, Lainez, Koke Contreras, Molina, Tubo Fernández, Kiko Vegas, Sánchez Broto, Jaro, Carlos Gómez, Sergio Castiñeiras, Ibán González, Deusto, Miguel Ángel España, Covelo, Basigalup, B
artual y así hasta casi 50 entrenadores de porteros del mejor panorama nacional los que apostaron por él.Javier Sánchez Broto, creador de la idea, y su mano derecha en este evento, Kiko Vegas, lo tienen claro: "Guillermo es un portero con unas condiciones sensacionales. Todo lo malo que le podía pasar a un portero ya le ha pasado en estos cinco primeros meses. Peor no lo ha podido pasar el chico y nosotros con él. Ahora estamos convencidos de que va a demostrar el motivo por el que lo eligieron".
Tres 'problemillas'
El portero vallisoletano cuenta su experiencia: "Justo antes de empezar la pretemporada tuve mononucleosis (la enfermedad del beso), que me tuvo bastante tiempo parado. Yo le daba mucha importancia a la pretemporada y estaba preparándome a conciencia para poder demostrar al cuerpo técnico que realmente merecía estar ahí, porque era consciente que no había llegado al equipo por los cauces habituales. Después tuve un problemilla en el hombro, en la articulación acromioclavicular, lo que me hizo parar unos días. Y luego, el 24 de octubre, me operaron de apendicitis, aunque la cosa se complicó porque tenía peritonitis y la operación fue un poco más difícil de lo previsto, lo que alargó los plazos de recuperación. Pero gracias a Dios ya he superado todos esos problemillas. Ahora quiero convencer al Málaga de que puedo quedarme aquí muchos años".
Fuente: Marca.com
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