El fútbol tiene un nuevo portero goleador. Claudio Bravo, guardameta de la Real Sociedad, ha ingresado hoy en el selecto club de arqueros que han logrado perforar la meta rival. El chileno lo ha hecho con un potente lanzamiento de falta ante el Nàstic, que además ha valido a su equipo para sumar tres puntos vitales en la lucha por el ascenso a Primera División. La acción de Bravo rememora a las de José Luis Chilavert. El guardameta paraguayo, que dejó su impronta en el fútbol español en las filas del Zaragoza, pasará a la historia, además de por sus dotes como arquero, por su gran olfato goleador.
Cuando los jugadores ya casi encaraban el túnel de vestuarios para reponer fuerzas en el descanso, el portero chileno ha abandonado su área para ejecutar un libre directo tras una falta al joven Griezzman. Ante los rostros de asombro de la grada de Anoeta, Bravo, de 26 años, ha posado con mimo el balón sobre el césped, ha cogido distancia y ha golpeado con violencia el esférico, que, envenenado tras limar la pierna de un rival, se ha introducido en la portería del guardameta Rubén. Tras el encuentro, ha reconocido que "no tenía pensado ir, pero miré a mi entrenador y me animó para que fuera adelante".
Cuando los jugadores ya casi encaraban el túnel de vestuarios para reponer fuerzas en el descanso, el portero chileno ha abandonado su área para ejecutar un libre directo tras una falta al joven Griezzman. Ante los rostros de asombro de la grada de Anoeta, Bravo, de 26 años, ha posado con mimo el balón sobre el césped, ha cogido distancia y ha golpeado con violencia el esférico, que, envenenado tras limar la pierna de un rival, se ha introducido en la portería del guardameta Rubén. Tras el encuentro, ha reconocido que "no tenía pensado ir, pero miré a mi entrenador y me animó para que fuera adelante".
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