La Real Balompédica ya tiene portero. El jugador más esperado por la afición en esta pretemporada es Mikel Pagola Biurrun (Pagola), un pamplonés nacido el cuatro de marzo de 1982 y que tiene un amplísimo palmarés a sus espaldas, incluidos dieciséis partidos en la Liga Adelante (y uno de Copa) con el Salamanca, en la andadura 2007-08. La pasada campaña militó en el Badajoz y fue pieza determinante para que los extremeños evitasen el descenso.
Pagola comenzó su andadura en el Osasuna B y luego jugó en Ponferradina, Burgos, Badalona, Guijuelo y el Móstoles en la misma campaña y Salamanca, que abandonó a mediados de la 2008-09 para regresar a la Ponferradina. De allí marchó al Alavés -donde coincidió con otro de los fichajes de la Balona, Romerito- ante de enrolarse en el Badajoz.
El cancerbero, que anoche se encontraba participando de la fiesta de los San Fermines, asegura que la primera noticia que le llegó del conjunto de La Línea fue a través del también portero Gonzalo, del Tudelano, con el que le une mucha amistad. "Me dijo que en La Línea los eliminó la gente, que aquello era impresionante, ocho mil personas empujando. Es un aliciente ir a un club que tiene una afición así".
"Además sé que el estadio está junto al Peñón de Gibraltar, porque salía siempre en las fotos, y que el césped es sintético. A mí no me preocupa, en el Guijuelo ya estuve en otro igual", comenta.
El guardavallas se deshace en elogios para Romerito ("a ése lo quiere siempre en mi equipo", puntualiza) y asegura que prefiere no definirse. "Es la gente la que debe valorar lo que hago, a ver si meto la pata..."
Europa Sur siguió su consejo y consultó con Domingo Durán, preparador de porteros, que la pasada campaña trabajó a las órdenes de Raúl Procopio en el Extremadura de Almendralejo y experto en el fútbol de aquella provincia: "La Balona está sobrada con ese portero", dijo. "Su principal virtud es que domina muy bien el juego aéreo, que es determinante en esta categoría. A ello le ayuda su envergadura" y es que el nuevo albinegro mide 194 centímetros. Otra de las virtudes que adornan al nuevo jugador balono es su capacidad para detener penaltis.
"Se ve que es amigo mío por cómo habla de mi", bromea el portero que dice que no tiene claro qué día se incorporará a la disciplina de Rafa Escobar, pero que admite que una vez pasadas las vacaciones, está "deseando" enfundarse los guantes.
Fuente: www.europasur.es
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