El portero del Real Betis Fabricio Agosto tendrá que ser operado de la lesión que padece en el hombro derecho y, aunque todavía se ignora el tiempo que deberá permanecer de baja, se perderá el comienzo de temporada.
El canario, en el entrenamiento vespertino del martes, el primero en Fuenterrabía, celebrado en el polideportivo municipal, chocó de forma violenta al lanzarse sobre Juan Calahorro, quien quedó mínimamente aturdido, y se lastimó el hombro derecho.
Tras la pertinente resonancia magnética en San Sebastián, toda vez que en la cercana Irún carecían de la máquina apropiada para realizarla, Tomás Calero supo este jueves, tras enviar las placas a Sevilla para que fuesen consultadas por especialistas, que el portero sufre una rotura importante en el labrum (hueso-cartílago que hace la misma función del menisco en la rodilla) y que precisará de cirugía, toda vez que no es aconsejable un tratamiento más conservador que podría retrasar los plazos de recuperación. Con todo, Fabricio abandonará la concentración el domingo para ser operado el mismo lunes por el doctor Santiago Pérez Hidalgo, mediante la técnica de artroscopia, en la clínica Fremap de Sevilla y estará unos dos meses de baja.
"El tiempo de baja se determinará una vez sea operado, pero no llegará al primer partido de Liga (el derbi contra el Sevilla)", según indica la entidad heliopolitana.
La lesión de Fabricio ha trastocado los planes del Betis en todos los sentidos. En el primero porque el canario se perderá el primer mes de competición, y por tanto deja a Casto como único portero disponible hasta entonces. Esa es la teoría inicial, teniendo en cuenta que el club recomendó a Goitia buscarse la vida porque no iba a tener dorsal entre los 25. Sin embargo, ahora la situación podría dar un giro radical y esta lesión no solo influirá en la planificación deportiva, sino hasta en la económica.
El diario ABC asegura que es muy probable que ahora Mel quiera quedarse con el vasco hasta diciembre, siempre y cuando éste acepte ese rol de apagafuegos con el que públicamente se le señalaría. Eso supondría ocupar tres fichas con porteros, además de recortar considerablemente el presupuesto destinado a la plantilla teniendo en cuenta el sueldo de Goitia.
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