La Sociedad Deportiva Huesca completó ayer su terna de porteros. A Jesús Cabrero y Jorge Larrosa se une un viejo conocido: Bernardo Domínguez Fernández, que ya jugó en el club azulgrana y volverá a hacerlo las dos próximas. El futbolista nacido en Zafra (Badajoz) hace 32 años -ayer fue su cumpleaños-retorna al Alcoraz, donde dejó un grato recuerdo en las campañas 2003/04 y 04/05. El primer curso logró el ascenso a Segunda B y fue clave en la permanencia del segundo. Ahora, la exigencia será más alta y su trayectoria, seis años después, invita a la ilusión.
El acuerdo entre el Huesca y Bernardo se cerró ayer por la tarde, según anunció la entidad en su página web. En esa nota se especificó que «el jugador viajará mañana (por hoy) desde su Zafra natal hasta la provincia de Álava, donde pasará el fin de semana y aprovechará para bautizar a su hija, y estar en Huesca a principios de semana, realizar el reconocimiento médico y la presentación». El cancerbero será uno más cuando entre el martes y el miércoles se realicen los reconocimientos médicos y el jueves por la tarde tenga lugar el primer entrenamiento a las órdenes de Ángel Royo.
Bernardo es el quinto fichaje azulgrana tras los de David Vázquez, Ekhi Senar, Rafel Sastre y Josetxo Romero y el futbolista número 18 de la plantilla. Tras actuar las dos últimas temporadas en el Recreativo de Huelva, había finalizado contrato y se encontraba libre, lo que facilitó las gestiones. En estas semanas se habían vinculado otros nombres al club azulgrana como el de Sergio Aragoneses, del Tenerife, o Eñaut Zubikarai, de la Real Sociedad, hasta que se ha apostado por una carta marcada. No se llegó a consolidar en tierras onubenses; en el primer curso jugó 13 compromisos, entre ellos el del Alcoraz con victoria por 1-2, y solo dos el año pasado, curiosamente el primero y el último de la liga regular.
Bernardo Domínguez, de 1,88 metros y 87 kilos, se hizo un hueco en el corazón del aficionado azulgrana en la citada etapa, que supuso un salto cualitativo para el Huesca y de la que fue pieza fundamental. Parecía inevitable un cambio de aires que le llevó a clubes con solera: primero en Alavés, entonces en la Liga de las Estrellas -tal fue el salto del extremeño y su cartel por aquel entonces-, después el Tenerife, vuelta al club vitoriano y parada final en el Recreativo. En suma, más de 100 compromisos en la categoría de plata. Antes había pertenecido al filial del Oviedo, el Amurrio y el Orihuela.
Con Bernardo, Jesús Cabrero y Jorge Larrosa, Ángel Royo ya tiene cerrada la primera de las líneas del equipo. Una responsabilidad tremenda para sus tres integrantes; la portería ha estado siempre muy bien cubierta en el pasado con los Andrés Fernández, Toni Doblas, Eduardo Navarro o Rubén Falcón. Parece que la titularidad será cosa de Bernardo o Cabrero, una carrera de fondo de la que el principal beneficiado ha de ser el propio conjunto altoaragonés.
El acuerdo entre el Huesca y Bernardo se cerró ayer por la tarde, según anunció la entidad en su página web. En esa nota se especificó que «el jugador viajará mañana (por hoy) desde su Zafra natal hasta la provincia de Álava, donde pasará el fin de semana y aprovechará para bautizar a su hija, y estar en Huesca a principios de semana, realizar el reconocimiento médico y la presentación». El cancerbero será uno más cuando entre el martes y el miércoles se realicen los reconocimientos médicos y el jueves por la tarde tenga lugar el primer entrenamiento a las órdenes de Ángel Royo.
Bernardo es el quinto fichaje azulgrana tras los de David Vázquez, Ekhi Senar, Rafel Sastre y Josetxo Romero y el futbolista número 18 de la plantilla. Tras actuar las dos últimas temporadas en el Recreativo de Huelva, había finalizado contrato y se encontraba libre, lo que facilitó las gestiones. En estas semanas se habían vinculado otros nombres al club azulgrana como el de Sergio Aragoneses, del Tenerife, o Eñaut Zubikarai, de la Real Sociedad, hasta que se ha apostado por una carta marcada. No se llegó a consolidar en tierras onubenses; en el primer curso jugó 13 compromisos, entre ellos el del Alcoraz con victoria por 1-2, y solo dos el año pasado, curiosamente el primero y el último de la liga regular.
Bernardo Domínguez, de 1,88 metros y 87 kilos, se hizo un hueco en el corazón del aficionado azulgrana en la citada etapa, que supuso un salto cualitativo para el Huesca y de la que fue pieza fundamental. Parecía inevitable un cambio de aires que le llevó a clubes con solera: primero en Alavés, entonces en la Liga de las Estrellas -tal fue el salto del extremeño y su cartel por aquel entonces-, después el Tenerife, vuelta al club vitoriano y parada final en el Recreativo. En suma, más de 100 compromisos en la categoría de plata. Antes había pertenecido al filial del Oviedo, el Amurrio y el Orihuela.
Con Bernardo, Jesús Cabrero y Jorge Larrosa, Ángel Royo ya tiene cerrada la primera de las líneas del equipo. Una responsabilidad tremenda para sus tres integrantes; la portería ha estado siempre muy bien cubierta en el pasado con los Andrés Fernández, Toni Doblas, Eduardo Navarro o Rubén Falcón. Parece que la titularidad será cosa de Bernardo o Cabrero, una carrera de fondo de la que el principal beneficiado ha de ser el propio conjunto altoaragonés.
Fuente: www.heraldo.es
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