Miguel Martínez, el portero titular del Alavés, puede haber puesto punto final ya a su temporada albiazul. El jugador a las órdenes de Natxo González sufre una rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda que le puede mantener seis meses de baja si fuera necesario pasar por quirófano. De momento, el cuerpo médico del club del Paseo de Cervantes va a procurar que esto no sea obligado y va a aplicar un tratamiento conservador para intentar que, en el mejor de los casos, el cancerbero titular pueda estar en disposición de volver a la portería en un plazo de dos meses. Ésta, no obstante, se aprecia incluso desde el club como una posibilidad muy remota.
La enfermería de Ibaia tiena así un nuevo inquilino, junto al delantero Negredo, que casualmente ha sufrido una lesión parecida a la que le ha roto a Miguel. Como en el caso del punta, la baja del guardameta titular ocasiona un problema al once alavesista, que deberá buscar refuerzo para afrontar lo que resta de competición junto al segundo meta Urtzi, que ha firmado partidos interesantes bajo los palos y que se recupera estos días de una lesión menor. En manos del club está ahora decidir si el joven portero está preparado para el salto a la titularidad o es necesario fichar un primer guardameta en el mercado de invierno. De momento, facultativos y técnicos deberán valorar el regreso a la plantilla de Urtzi Iturrioz, que sufrió una contractura en el cuádriceps en el partido contra el Lleida. Su evolución ha sido positiva e incluso estuvo a punto de entrar en la convocatoria de Torrelavega.
La rodilla ya venía causando problemas al guardameta riojano. Este sábado Miguel se resintió en el calentamiento del partido frente a la Gimnástica hasta el punto de que Sergio Herrera, cancerbero del filial que sustituyó a Urtzi Iturrioz, también lesionado, tuvo que calentar a conciencia hasta el mismo inicio. Solo instantes antes del encuentro se supo que el riojano ocuparía su lugar habitual en la meta.
A pesar de superar de forma transitoria esos dolores, Miguel se resintió también al final del encuentro. El contratiempo preocupaba al cuerpo técnico, antes incluso de conocer el diagnóstico exacto.
Fuente: www.elcorreo.com
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