Tiene 23 años, mide 2,08 metros y pesa 110 kilos. La edad y la talla ideales para un pívot de baloncesto. Pero a Kristof Van Hout siempre le gustó el fútbol. Mucha gente no da un duro por un tipo tan alto en un deporte donde los bajitos dominan y apenas ha habido porteros de nivel de más de dos metros, pero el belga quiere cambiar la historia del fútbol.
El deporte más popular del planeta no es terreno abonado para los altos. De hecho, Van Hout es una rara avis tal que algunos historiadores consideran que es el jugador más alto de la historia. Desde luego, los porteros que han dominado el fútbol en los últimos años andan lejos de Van Hout: Iker Casillas (1,82 metros), Gianluigi Buffon (1,91) u Oliver Kahn (1,88), por citar a los tres grandes porteros de la última década. Entre los mejores de los últimos años, sólo Edwin Van der Sar (1,98) se acerca a los dos metros, pero nunca estuvo cerca de los 110 kilos de Van Hout.
A pesar de todo, el gigante belga es rápido y tiene carácter de portero. En 2008, con apenas 21 años, le llegó su momento de gloria: jugando para el Kortrijk, le paró dos penaltis (ver vídeo) al poderoso Standard de Lieja en dieciseisavos de la Copa Belga para que su equipo diera la gran sorpresa. Tanto gustó, que el Standard le terminó firmando un contrato de tres años. Pero no triunfó. La realidad es que en cinco temporadas como profesional apenas ha jugado un puñado de partidos.
Fuente: www.lainformacion.com
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