Un portero nace. Cualidades como el arrojo, la valentía o la intuición le acompañan a uno desde la cuna. Pero con disponer de esas cualidades, por muy fantásticas que estas sean, no es suficiente, es necesario desarrollarlas. Esta es la premisa de la que parten Laureano Echevarría y Ricardo Uriona, preparador de porteros y segundo entrenador de la Gimnástica respectivamente, antiguos guardametas y técnicos experimentados, y con esa idea en la cabeza se han decidido embarcarse en la aventura de la Escuela de Porteros de la Real Sociedad Gimnástica.
Es este un proyecto independiente a la cantera gimnástica, que el club ofrece a sus socios al igual que el campus que organizará este verano.
El concepto es novedoso en la capital del Besaya, por lo que su propuesta fue aceptada por la Junta Directiva del club blanquiazul. De ahora en adelante lo que queda es dar forma al proyecto y esperar a que los futuros aspirantes a cancerbero vayan asomando la cabeza.
En principio las ideas están bastante claras. Pese a que el plan aún no está completamente definido en sus detalles, si se pueden adelantar las líneas maestras del mismo ya que sus mentores tienen las ideas muy claras.
La inscripción para los interesados comenzará a partir del 1 de junio y para inscribirse deberán hacerse socios de tribuna de la Gimnástica. No es un proyecto cerrado a socios gimnásticos ya que también podrán incorporarse porteros de otros clubes, contando, eso sí, con su permiso. Las plazas serán limitadas para que la calidad del aprendizaje sea lo más personalizada y óptima posible. Por lo demás, todo el material deportivo será proporcionado por el club, sin ningún coste para los alumnos.
El curso contará además con un médico que velará por la salud de los deportistas, algo necesario e importante, como subrayan tanto Uriona como Echevarría. En cuanto a la programación del curso, este constará de un total de 20 sesiones, entre septiembre de 2010 y mayo de 2011, dos entrenamientos al mes que será los martes en El Malecón.
Plan de trabajo
A la hora de organizar las sesiones, los porteros estarán divididos y el entrenamiento se basará en un sistema de rotaciones, que separará a los alumnos en dos grupos y estos a su vez en tres subgrupos, situados en diferentes postas, cada uno con un entrenador.
Después de que pasen por dichas postas, quienes entrenan con Uriona lo harán con Echevarría y viceversa. También se proyectarán documentos visuales en la sala de prensa del campo para complementar la formación técnica y cada trimestre se hará entrega a cada portero, o bien a sus padres, de un vídeo en el que puedan apreciarse las mejoras.
La escuela se centrará en el entrenamiento técnico y táctico de los guardametas, sin descuidar el entrenamiento físico condicionado al puesto, los juegos aplicados al portero y para los más pequeños técnica de base, algo que es fundamental cuando se está comenzando en el deporte.
Poner en funcionamiento una escuela de porteros no es para sus organizadores un proyecto arriesgado y si parece necesario. Hay carencia de enseñanza especializada en este campo en la cuenca del Besaya y además hay conocimiento de proyectos de índole similar han gozado y gozan de una buena acogida, según los mentores del proyecto torrelaveguense. Ahora sólo les queda esperar que el éxito de su nueva empresa confirme sus expectativas, si bien los frutos de sus enseñanzas se verán a largo plazo.
Es este un proyecto independiente a la cantera gimnástica, que el club ofrece a sus socios al igual que el campus que organizará este verano.
El concepto es novedoso en la capital del Besaya, por lo que su propuesta fue aceptada por la Junta Directiva del club blanquiazul. De ahora en adelante lo que queda es dar forma al proyecto y esperar a que los futuros aspirantes a cancerbero vayan asomando la cabeza.
En principio las ideas están bastante claras. Pese a que el plan aún no está completamente definido en sus detalles, si se pueden adelantar las líneas maestras del mismo ya que sus mentores tienen las ideas muy claras.
La inscripción para los interesados comenzará a partir del 1 de junio y para inscribirse deberán hacerse socios de tribuna de la Gimnástica. No es un proyecto cerrado a socios gimnásticos ya que también podrán incorporarse porteros de otros clubes, contando, eso sí, con su permiso. Las plazas serán limitadas para que la calidad del aprendizaje sea lo más personalizada y óptima posible. Por lo demás, todo el material deportivo será proporcionado por el club, sin ningún coste para los alumnos.
El curso contará además con un médico que velará por la salud de los deportistas, algo necesario e importante, como subrayan tanto Uriona como Echevarría. En cuanto a la programación del curso, este constará de un total de 20 sesiones, entre septiembre de 2010 y mayo de 2011, dos entrenamientos al mes que será los martes en El Malecón.
Plan de trabajo
A la hora de organizar las sesiones, los porteros estarán divididos y el entrenamiento se basará en un sistema de rotaciones, que separará a los alumnos en dos grupos y estos a su vez en tres subgrupos, situados en diferentes postas, cada uno con un entrenador.
Después de que pasen por dichas postas, quienes entrenan con Uriona lo harán con Echevarría y viceversa. También se proyectarán documentos visuales en la sala de prensa del campo para complementar la formación técnica y cada trimestre se hará entrega a cada portero, o bien a sus padres, de un vídeo en el que puedan apreciarse las mejoras.
La escuela se centrará en el entrenamiento técnico y táctico de los guardametas, sin descuidar el entrenamiento físico condicionado al puesto, los juegos aplicados al portero y para los más pequeños técnica de base, algo que es fundamental cuando se está comenzando en el deporte.
Poner en funcionamiento una escuela de porteros no es para sus organizadores un proyecto arriesgado y si parece necesario. Hay carencia de enseñanza especializada en este campo en la cuenca del Besaya y además hay conocimiento de proyectos de índole similar han gozado y gozan de una buena acogida, según los mentores del proyecto torrelaveguense. Ahora sólo les queda esperar que el éxito de su nueva empresa confirme sus expectativas, si bien los frutos de sus enseñanzas se verán a largo plazo.
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