El meta holandés ha demostrado que, con 38 años, sigue siendo un seguro bajo los palos, derrochando tranquilidad y firmeza en la racha que tuvo el United de 1.334 minutos sin encajar un gol en la Premier League. Esos 14 partidos a cero fueron clave para la consecución de la tercera liga consecutiva, e igual de seguro se mostró en la UEFA Champions League, donde solo encajó tres goles en nueve partidos, desde la fase de grupos hasta la semifinal. Pero la derrota en la final de Roma, la segunda en el Stadio Olímpico, no puede manchar la enorme contribución del portero esta temporada.
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