La portería es el único territorio libre de incógnitas tras la primera fase de la planificación deportiva del Ourense 2013-2014.
Desde que José Manuel Santisteban y José Juan se ocuparan de proteger la red entre los años 2000 y 2002, no se repetían inquilinos en la puerta del equipo de O Couto, la única demarcación que no espera cambios en el mercado de fichajes.
Manu Táboas, suplente de Pato Guillén menos en tres partidos de liga y en uno de Copa del Rey, considera que la continuidad es la consecuencia lógica de las prestaciones que ofrecieron los guardametas en la temporada que acaba. "Este año no hubo problemas con la portería. Pato hizo un buen año y, cuando me tocó jugar a mí, creo que también hice un buen trabajo. Que el entrenador confíe en los mismos porteros refleja que se hizo un buen año y que el Ourense está seguro en la portería".
El portero vigués agradeció la propuesta de renovación que le presentó Luisito: "No me lo pensé mucho. Hablamos de seguir lo que se hizo el año pasado. Era mi primera temporada en el Ourense y siempre quieres jugar, pero este año lo cogeré con más ganas si cabe.
El míster está contento conmigo y con mi trabajo. Me dijo que hice lo que tenía que hacer y que si el portero titular está jugando, y lo hace bien, es difícil cambiarlo, pero cuenta conmigo para competirle el puesto a Pato".
La experiencia es el jugo de su primera campaña en el conjunto rojillo tras pasar por el Celta B y Sporting B: "Salir de un vestuario de filial a otro que es un poco más veterano, aunque el Ourense es un equipo bastante joven, te hace madurar y ver las cosas de otro modo". Jugó menos de lo deseado por la fiabilidad de Pato y por un virus traicionero que le impidió vestirse de corto en el partido de la segunda ronda de Copa del Rey contra el Constancia. "Lo que necesita un portero es jugar y me queda la espina de no haberlo hecho más, pero hay que entender la situación y aceptarla".
En el plano colectivo, Manu Táboas considera que el Ourense pasó apuros inmerecidos: "El equipo hizo una muy buena primera vuelta para ser un recién ascendido, jugando muy bien. Merecimos llegar más holgados y quedar más arriba. Hubo unos partidos con mucha mala suerte y algún pequeño bache y al final nos salvamos quedando una jornada. Igual nos merecimos estar más tranquilos porque habíamos hecho bien las cosas, pero es una liga muy competitiva".
A su segundo curso en O Couto, Manu Táboas le pide una clasificación más confortable. Como el entrenador y la directiva, el vigués se apunta al objetivo de la mitad superior de la tabla: "El primer año estaba claro que había que ir a por la permanencia y tratar de no pasar apuros. No sé a quién se fichará ni la idea que tiene el club, pero creo que este año es para asentarnos en la categoría y quedar entre los diez primeros. Si se acierta en los fichajes, vamos a mirar para arriba, pero hay que salir con la mentalidad de que lo primero es la permanencia. Después se irá mirando".
Desde su punto de vista, la grada también tendrá incidencia en el nuevo impulso que se le pretende dar al Ourense: "Se notó que la afición estuvo con nosotros. Llegar a 3.000 socios fue una pasada y ver a la gente en los viajes es muy importante. El estadio se ve con nosotros y se agradece. Nos ayudó más de lo que la gente puede creer".
En clave más personal, Manu Táboas revela que las virtudes que más valora de Pato son la agilidad y la agresividad. Considera que el mejor portero de la liga fue el porriñés Sergio Aragoneses, campeón y ascendido con el Tenerife, y que el lateral Claudio Giráldez era el compañero con el que mejor se entiende en el campo. "Me gusta sacar en corto y en el caso de Claudio, era mirarlo y se ofrecía. Era con el que había más conexión", explica el vigués. Fuera del campo entabló la mayor amistad con los compañeros de viaje diario a Vigo: "Al pasarme dos horas diarias de coche con Claudio, Luismi y Campillo siempre creas más relación.
Con Pato también muy bien, hay competencia pero buena amistad". Manu Táboas no quiere dejarse a ninguno fuera: "Todos somos amigos. Este grupo está muy unido y esa es la base de que las cosas vayan tan bien". Su campo predilecto es el Carlos Tartiere de Oviedo y no le gustaría volver a los de césped artificial porque no casan con la propuesta asociativa del Ourense.
Fuente: www.farodevigo.es
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